Entre los radicales por estos días circula el siguiente chiste. Resulta que había un náufrago en una isla, un día llega una persona y ve al solitario hombre y le pregunta hace cuánto tiempo estaba ahí.

Por estas semanas, la histórica UCR está siendo testigo de una nueva división frente a su incapacidad de construir un liderazgo que pueda disputar poder a nivel presidencial. Es por eso que, por diferentes factores, un grupo de diputados y senadores comenzaron a tener movimientos que parecen autónomos pero que, mirados con lupa, no lo serían tanto.

Por un lado, está el factor ideológico histórico de la UCR que tiene un ala más progresista y otra más conservadora. En este presente, el ala más conservadora podría estar más alineada con las políticas que propone Javier Milei, pero por otro lado también están las posiciones de los gobernadores que, por cuestiones más pragmáticas, prefieren tener una buena relación con el Gobierno.

El martes 10/9, Milei recibió a cinco diputados que terminaron dando su voto para evitar que se derogue el veto presidencial al aumento a los jubilados. Los diputados que participaron del encuentro fueron Pablo Cervi (Neuquén), Martín Arjol (Misiones), Luis Picat (Córdoba), Mariano Campero (Tucumán) y José Tournier (Corrientes).

Este grupo responde a los gobernadores Alfredo Cornejo, de Mendoza; Gustavo Valdés, de Corrientes y Leandro Zdero, de Chaco.

Ahora, el enfrentamiento principal se da entre la conducción del partido, en manos de Martín Lousteau, quien se reconcilió con Facundo Manes y pretende que la UCR sea un partido opositor a Milei, y los gobernadores que firmaron el Acta de Mayo.

El rumor más extendido al cierre de esta edición es que el grupo liderado por Lousteau y Emiliano Yacobitti podrían irse de la UCR y formalizar el lanzamiento de Evolución como partido.