La Democracia es muy importante en términos internacionales, porque entre dos democracias no hay guerra, pero el Siglo 21 eligió para los poderosos un camino distinto, la ley es una referencia y si es un obstáculo no se la respeta.
Por Noel Eugenio Breard (*)
Expansión, confrontación, unilateralismo, neoproteccionismo y hegemonía atenuada es la lógica de Occidente que pretende aplicar EEUU y el nuevo inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump; para lo cual hizo una sociedad con Elon Musk, el más rico del mundo y que tiene la máxima tecnología de la paz y de la guerra, ya que maneja los algoritmos, la IA, las neurotecnologías y los satélites, que predeterminan conductas y segmentan opiniones, trabajando para la misma dirección a conveniencia.
Pero lo grave es que, con este nuevo paradigma, en el que se sustituye el multilateralismo, se anuncian medidas graves y unilaterales, como la intención de anexar a Groenlandia (que pertenece a Dinamarca con un status especial autónomo) por la doctrina de la Seguridad Nacional, ya que posee un gran valor geoestratégico.
Además, también pretenden el Golfo de México, el Canal de Panamá y anexar como estado número 51 a Canadá, rompiendo de esta forma con los principios de la Carta de Naciones Unidas y el Tratado de Helsinki (principio de inamovilidad de frontera a las fuerzas).
Eso respecto a política dura, sin agregar la estrategia que plantea respecto a la guerra de Ucrania vs. Rusia y la guerra del Medio Oriente.
La extrema derecha como ideología se impuso en EEUU y recorre parte de Europa, con alta potencialidad en Francia y Alemania, agregamos que los tecnomillonarios de EEUU, como Elon Musk, están dialogando con algunos gobiernos europeos de extrema derecha, firmando convenios de servicios que acrecientan su dominio tecnológico sobre estos países.
Todo el juego que pretenden hacer en Occidente para fortalecerse es para cooperar competir con el poder mundial de China, y decimos cooperar porque construyen esos espacios y competencias que pretenden ser de dos maneras, con reglas y en su defecto sin reglas, que pueden llevarnos a la guerra mundial.
Sólo otro paradigma subyacente puede salvar esta locura, que los tecnomillonarios, que tienen inversiones en todo el mundo en infraestructura, conectividad internet, de las cosas, etcétera, al detectar que tienen negocios en países de ambos bandos busquen un equilibrio ante la destrucción.
Es bueno recordar que Kant decía, en 1795 en su libro “La Paz Perpetua”, que la Democracia es muy importante en términos internacionales, porque entre dos democracias no hay guerra, pero el Siglo 21 eligió para los poderosos un camino distinto, la ley es una referencia y si es un obstáculo no se la respeta.
Este nuevo paradigma de EEUU llevado a su máxima expresión es, sin duda, llevar a los países a la guerra.
Este es el dilema de esta nueva etapa mundial y porque Occidente debe cuidar la Democracia, no podemos depender del egoísmo de los tecnomillonarios, hay que revalorizar la Democracia, los DDHH y el Estado de Derecho, ya que este no es una formalidad, es sustancial al sistema de garantía y convivencia, que garantiza canalizar los conflictos pacíficamente.
(*) Senador Provincial UCR