Después de meses de cuidados, observación y aprendizaje, los tres pichones de guacamayos ya surcan el cielo de Corrientes y son protagonistas de la reintroducción de su especie en el Parque Iberá.
Como dispersores de grandes semillas, los guacamayos rojos cumplen un rol esencial en el equilibrio del ecosistema: restauran la salud del bosque y fortalecen la cascada trófica que sostiene la biodiversidad del territorio.
Su regreso es más que simbólico: contribuye a que los ambientes sean más bellos, completos y funcionales.