Quien fuera el fiscal en la primera de las dos causas en que fue condenado el excapitán del Ejército por delitos de lesa humanidad consideró que la imposición de su nombre a la plaza de la Sociedad Rural de la Capital “podría constituir una apología del delito o al menos una apología política, lo cual debería ser investigado”.
La Sociedad Rural de Corrientes decidió poner el nombre de Juan Carlos De Marchi, un exmilitar condenado dos veces por delitos de lesa humanidad perpetrados en los ‘70, a la plaza principal de su predio ferial ubicado en Riachuelo, sobre la Ruta Nacional Nº12, cerca de la Capital correntina.

Una medida que generó sorpresa y el repudio de distintos sectores de la comunidad, dado que De Marchi, excapitán del Ejército Argentino, había cometido durante la última dictadura militar más de 70 crímenes por los que fue condenado por el Tribunal Federal de Corrientes a 2 penas de 25 años de prisión, una en 2008 y otra en 2023.
Entre esos delitos se cuentan secuestros ilegales y torturas a detenidos por razones políticas -entre ellos una beba de meses-, sacerdotes, estudiantes secundarios y universitarios de todas las carreras de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), periodistas, gremialistas y trabajadores.
De Marchi fue condenado en 2008 en la causa Regimiento 9, por integrar una asociación ilícita, por privación ilegal de la libertad y torturas a 11 víctimas. Y la sentencia fue confirmada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
El doctor Germán Wiens Pinto actuó como fiscal en esa primera causa judicial contra el excapitán De Marchi y hoy, ya jubilado, fue entrevistado en PONELE H Radio-TV para conocer sobre su actuación en la causa que involucró al homenajeado por la Rural correntina.
Así, el exfiscal federal explicó que De Marchi fue investigado “a partir del año 2004 en una causa por 11 hechos que involucraban a 11 víctimas de la represión ilegal perpetrada durante la última dictadura militar. En 2008, esa causa llegó a juicio oral. El tribunal consideró probada la participación de De Marchi y otros acusados, y lo condenó a 25 años de prisión e inhabilitación perpetua”, puntualizó.
Y añadió que a partir de esa primera causa “surgieron nuevos testimonios y la identificación de más víctimas”, lo que “dio origen a una segunda causa, que llegó a juicio en 2023 y culminó con una nueva condena a 25 años de prisión, también con inhabilitación perpetua”.
Conforme indicó Wiens Pinto, “en total se acreditaron 71 víctimas, aunque los hechos jurídicos considerados puedan diferir en número por cuestiones técnicas”, y “las pruebas demostraron detenciones ilegales, torturas y, en algunos casos, violaciones. Ambas condenas tienen autoridad de cosa juzgada y aval de la Corte Suprema de Justicia”, subrayó.

El rol de De Marchi durante la dictadura
Consultado sobre el cargo que ocupaba De Marchi durante el llamado Proceso de Reorganización Nacional, el doctor Wiens Pinto aclaró que era “capitán de Inteligencia” y que su función incluía “tareas de inteligencia en la vía pública, la participación en grupos de tareas y la realización de detenciones y torturas dentro de los centros clandestinos”.
El exfiscal subrayó que “es lamentable tener que seguir explicando estas cuestiones después de más de 40 años de Democracia”, aunque reconoció que parte de la sociedad puede desconocer detalles del funcionamiento represivo del terrorismo de Estado en la década de 1970.
Reacción ante el homenaje de la Rural
En cuanto a cómo lo impactó el homenaje realizado por la Sociedad Rural de Corrientes al exmilitar, Wiens Pinto señaló que “podría constituir una apología del delito o al menos una apología política, lo cual debería ser investigado”. Y recordó que “la figura penal de apología no sólo refiere a elogiar un delito, sino también a elogiar a un condenado”.
Entonces, colocar una placa y nombrar una plaza constituye, en su opinión, “una forma de exaltación o celebración del accionar del excapitán”. Por lo que sugirió que “existen seguramente fotos, discursos, filmaciones o registros del acto que permitirían evaluar el alcance del hecho”.

La relación de De Marchi con la Sociedad Rural
El doctor Germán Wiens Pinto confirmó que Juan Carlos De Marchi fue presidente de la Sociedad Rural de Corrientes en algún momento, “además de dedicarse a la actividad ganadera”.
Sin embargo, remarcó que “su vínculo institucional no justifica el homenaje, dadas las gravísimas violaciones a los Derechos Humanos por las cuales fue condenado”. Recordando a la vez que “como sociedad hemos consensuado vivir en Democracia, repudiar las dictaduras y juzgar los crímenes de lesa humanidad para garantizar el ‘Nunca Más’”.
Por ello, destacó que homenajear a un represor “es volver al horror” y contradice los valores democráticos.
Asimismo, el exfiscal federal mencionó que durante el primer juicio, en 2008, hubo manifestaciones públicas y hasta movilizaciones en la calle en contra y en favor del represor De Marchi.
“Por un lado, marchaban familiares de las víctimas; por el otro, familiares de los victimarios, acompañados por integrantes de la Sociedad Rural y allegados. La Policía debió intervenir para evitar enfrentamientos”, aseveró.
En este marco, sostuvo que “aún existen sectores que se resisten a que estos hechos sean investigados y conocidos, incluso más allá del ámbito de la Sociedad Rural”.
Qué podría ocurrir a partir de ahora
Para el doctor Wiens Pinto, “corresponde que algún fiscal en actividad tome la iniciativa y evalúe si en este caso hubo delito”. Y planteó que “deben analizarse las palabras pronunciadas, el contenido del homenaje y si efectivamente existió una exaltación del accionar del condenado”.
Además, espera que distintas “instituciones democráticas -legislaturas, concejos, la Secretaría de Derechos Humanos, entre otras- se pronuncien públicamente. Los organismos de Derechos Humanos ya lo hicieron, pero resta saber qué postura adoptarán las instituciones públicas”, puntualizó.

