Se trata de una medida que busca recomponer el poder adquisitivo de los adultos mayores y dinamizar el consumo interno, incluyendo descuentos en supermercados, farmacias y comercios de consumo masivo; y ventajas financieras adicionales para quienes operan con bancos adheridos.
En un contexto económico desafiante y con una inflación que golpea de manera directa a los sectores más vulnerables, el Gobierno nacional puso en marcha en octubre un amplio programa de beneficios para más de 7 millones de jubilados y pensionados que cobran sus haberes a través de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES).
La medida, que busca recomponer el poder adquisitivo de los adultos mayores y dinamizar el consumo interno, incluye descuentos en supermercados, farmacias y comercios de consumo masivo, así como ventajas financieras adicionales para quienes operan con bancos adheridos.
La iniciativa es impulsada por el Ministerio de Capital Humano, liderado por Sandra Pettovello, y representa uno de los esfuerzos más abarcativos de los últimos meses para aliviar el bolsillo de los jubilados y pensionados en medio de un escenario de precios en constante alza. El objetivo, según fuentes oficiales, es “fortalecer el poder de compra y garantizar el acceso a bienes esenciales”, al tiempo que se generan incentivos para el comercio formal y el sistema financiero.
En el núcleo del programa se encuentra un esquema de rebajas en las principales cadenas de supermercados del país. Los descuentos, que van desde el 10% hasta el 20%, varían según el comercio y el tipo de producto adquirido. Estas promociones están vigentes durante todo el mes y pueden representar un ahorro significativo para los beneficiarios.
Disco, Jumbo y Vea, por ejemplo, ofrecen un 10% de descuento en la mayoría de sus productos, porcentaje que se eleva al 20% en artículos de perfumería y limpieza, dos rubros que suelen registrar aumentos constantes. Estas cadenas no establecen tope de reintegro, aunque aclaran que los descuentos no son acumulables con otras promociones vigentes.
Coto y La Anónima aplican un 10% de descuento sin límite en casi todos los rubros, con excepciones puntuales en carnes, electrodomésticos y ciertas marcas específicas. Por su parte, Josimar se destaca por ofrecer el porcentaje más alto de rebaja directa: un 15% sin tope en la mayoría de sus productos.
Carrefour se suma con un 10% de descuento y un tope mensual de reintegro de $35.000, mientras que Día ofrece también un 10%, pero con un límite de $2.000 por cada compra individual. A diferencia de otras cadenas, Día permite combinar esta promoción con otras vigentes, lo que multiplica las oportunidades de ahorro.
Las excepciones generales incluyen productos cárnicos, artículos de electrónica y marcas seleccionadas que cada cadena determina según su política comercial. A pesar de estas exclusiones, el abanico de productos alcanzados es amplio y abarca desde alimentos básicos hasta artículos de limpieza y cuidado personal.
Pero los beneficios no terminan en los supermercados. El programa incluye un componente financiero clave: cuentas remuneradas y reintegros bancarios, que ofrecen rendimientos y devoluciones adicionales para quienes cobran sus haberes a través de determinadas entidades.

En el caso del Banco Nación, los jubilados y pensionados pueden acceder a un reintegro adicional del 5% en compras realizadas con BNA+ MODO o tarjetas de débito y crédito, con un tope mensual de $20.000. Este beneficio es válido en Carrefour, Chango Más, Coto, Josimar, La Anónima, Disco, Jumbo y Vea, lo que amplía significativamente las posibilidades de uso.
Además, las cuentas de Banco Nación ofrecen una remuneración diaria del 32% de Tasa Nominal Anual (TNA) sobre el saldo disponible, hasta un máximo de $500.000, convirtiéndose en una herramienta para proteger los ingresos frente a la inflación y obtener rendimientos sin necesidad de hacer inversiones adicionales.
En el caso del Banco Galicia, los beneficiarios pueden obtener hasta un 25% de ahorro y financiación en tres cuotas sin interés al usar tarjetas de débito o crédito. Los topes mensuales son de $20.000 para compras en supermercados y $12.000 para farmacias y ópticas. Además, la cuenta remunerada FIMA ofrece rendimientos diarios con una TNA del 33,2%, sin límite de monto, lo que brinda una alternativa atractiva para quienes optan por dejar saldos disponibles en sus cuentas.
Para acceder a estos beneficios, los jubilados y pensionados deben realizar las compras con la tarjeta de débito vinculada a su prestación previsional de ANSES. En el caso de los reintegros y cuentas remuneradas, la activación es automática, dependiendo del banco en el que el beneficiario cobre sus haberes.
En materia de logística, Carrefour y Josimar permiten aplicar los descuentos tanto en tiendas físicas como en plataformas online, lo que representa una ventaja para adultos mayores que prefieren evitar desplazamientos. En el resto de las cadenas, los beneficios están disponibles únicamente en locales presenciales.
Otro sector estratégico incluido en el programa es el farmacéutico. Los jubilados acceden a descuentos en medicamentos de venta libre y bajo receta, que se suman a las coberturas existentes del PAMI. Esta medida apunta directamente a aliviar uno de los gastos más sensibles del presupuesto de los adultos mayores: la salud. Con precios en alza constante en el sector farmacéutico, este tipo de descuentos puede marcar una diferencia importante en el gasto mensual.
En paralelo a la implementación de estos beneficios, ANSES desplegó operativos móviles en la provincia y Ciudad de Buenos Aires entre el 29 de septiembre y el 3 de octubre. A través de estas acciones itinerantes, el organismo acercó sus servicios a múltiples localidades del conurbano y del interior bonaerense, permitiendo que los vecinos pudieran realizar trámites sin necesidad de trasladarse hasta las oficinas centrales.
En estos operativos se ofreció atención para gestiones relacionadas con Asignación Universal por Hijo (AUH), jubilaciones, pensiones, becas Progresar y el Programa Hogar, entre otros. La estrategia busca descentralizar la atención y facilitar el acceso a los beneficios, especialmente en sectores con menor conectividad o movilidad.

Desde el Ministerio de Capital Humano explicaron que este programa tiene un doble objetivo: por un lado, reforzar el poder adquisitivo de jubilados y pensionados, y por otro, impulsar el consumo interno mediante un sistema de incentivos que beneficia tanto a los consumidores como a los comercios y bancos participantes.
Los descuentos son financiados por los propios comercios adheridos y las entidades bancarias, que a cambio obtienen un mayor flujo de clientes y transacciones, generando lo que las autoridades califican como “un círculo virtuoso para el comercio minorista y el sistema financiero”. Al fomentar el uso de medios de pago electrónicos y concentrar beneficios en establecimientos formales, también se busca reducir la informalidad y mejorar la trazabilidad de las operaciones.
En un país donde los jubilados han visto erosionado su poder adquisitivo en los últimos años, medidas como estas representan un alivio concreto y un paso hacia una política previsional más activa y dinámica, que no se limite únicamente al pago de haberes. Si bien las promociones por sí solas no resuelven los desafíos estructurales del sistema previsional ni la pérdida de valor real de las jubilaciones frente a la inflación, sí aportan herramientas inmediatas para mejorar la calidad de vida cotidiana.
En definitiva, el programa de beneficios para jubilados y pensionados de ANSES combina descuentos directos, reintegros bancarios y rendimientos financieros, constituyendo un esquema integral que apunta a maximizar el poder de compra de millones de argentinos. Con la participación coordinada de supermercados, bancos y organismos públicos, se busca construir un modelo de incentivos sostenido que beneficie tanto a los adultos mayores como al entramado económico general.
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