El magistrado abordó temas como la dolarización, la cuestión de género y el atentado a la AMIA.
El juez federal Ariel Lijo defendió su postulación a la Corte Suprema en una extensa audiencia de ocho horas ante la Comisión de Acuerdos del Senado. Durante su presentación, Lijo abordó diversos temas, desde la dolarización y la baja de la edad de imputabilidad hasta su propia idoneidad para ocupar el cargo.
En el transcurso de la audiencia, Lijo reafirmó su postura sobre la cuestión de género, manifestando que para él es una “convicción y no una puesta en escena”. Explicó que considera esencial la inclusión de mujeres en la Corte Suprema, aunque reconoció que su posible nombramiento reemplazaría a una mujer, Elena Highton de Nolasco.
El juez también se pronunció sobre la dolarización, subrayando que cualquier reglamentación debe preservar la moneda y cumplir con los estándares mínimos de la legislación. Sin embargo, admitió que no puede opinar sobre la constitucionalidad de una medida aún no existente. Ante la insistencia de la senadora Juliana Di Tullio, Lijo se mostró cauteloso al responder sobre este tema, alegando que la reglamentación debe poder ser revisada judicialmente.
Lijo enfrentó preguntas sobre sus antecedentes, incluyendo las tres causas abiertas en el Consejo de la Magistratura. La senadora Carolina Losada cuestionó si Lijo debía asumir en la Corte antes de resolver esos asuntos. En respuesta, el juez negó tener sanciones y defendió su idoneidad, argumentando que su experiencia y trayectoria le permiten hacer un valioso aporte al tribunal.
Respecto a la portación de armas, Lijo explicó que esta actividad debe estar rigurosamente regulada debido a su impacto en la seguridad y la convivencia. Sobre la baja de imputabilidad a menores, expresó la necesidad de ser muy cauteloso en la regulación de la responsabilidad penal, en concordancia con los límites establecidos por la Convención de los Derechos del Niño.
Lijo también abordó la necesidad de mejorar la eficiencia del sistema judicial, sugiriendo la creación de un esquema que incluya a la Corte, los Tribunales, el Parlamento y el Ministerio de Justicia para desarrollar estrategias que agilicen la resolución de conflictos. Propuso la oralización de los procesos más simples como una alternativa para reducir la litigiosidad.
En cuanto a la investigación del atentado a la AMIA, Lijo consideró indispensable la creación de una secretaría especial dentro de la Corte Suprema para abordar el caso. Destacó que existen nuevas informaciones sobre el ataque que podrían ser cruciales para avanzar en la investigación.
El juez concluyó su exposición agradeciendo a la Comisión de Acuerdos por el respeto con el que fue tratado y enfatizó la importancia de avanzar en soluciones concretas a los problemas planteados. Mientras tanto, Francisco Paoltroni, del partido La Libertad Avanza, redobló las críticas hacia Lijo y pidió al presidente Javier Milei que retire el pliego del candidato.
La audiencia fue un escenario crucial para Lijo, quien enfrenta tanto elogios como fuertes cuestionamientos sobre su idoneidad para el cargo de miembro de la Corte Suprema. La semana próxima, Manuel García-Mansilla, el otro aspirante a la Corte, tendrá la oportunidad de presentar su candidatura.