Sobre este tema expuso y reflexionó el doctor “Café” Giménez en su incursión semanal en el programa PONELE H. Habló de la situación en Paso de los Libres y en la provincia de Corrientes.

En su columna semanal “Consultoría Jurídica”, en PONELE H Radio-TV, el abogado Edgar “Café” Giménez se abordó la problemática del tratamiento de residuos domiciliarios y patológicos en Paso de los Libres y trajo a cuento la realidad en otras localidades de la provincia de Corrientes.

Observó especialmente la falta de acciones concretas por parte de las autoridades municipales y provinciales, y la preocupación creciente de la comunidad debido a los impactos ambientales y sanitarios de los basurales a cielo abierto.

Aunque el manejo de la basura suele estar presente en las campañas políticas de los candidatos a concejales, intendentes y otros cargos, las propuestas rara vez se concretan.

La gestión de residuos, lejos de ser sólo una cuestión técnica, se percibe como un posible negocio por algunos actores, pero su implementación efectiva queda pendiente. En tal sentido, el doctor Giménez puso como ejemplo la planta de tratamiento en Curuzú Cuatiá, como un antecedente positivo, aunque no replicado en toda la provincia.

En ese marco, relató que, en Paso de los Libres, el conocimiento sobre el impacto real del basural a cielo abierto es limitado entre la población. Desde 1983, ninguna Administración implementó un tratamiento adecuado.

“El mecanismo actual consiste en depositar los residuos y proceder ocasionalmente a la quema, lo que agrava la contaminación del aire y del entorno. Pue la quema produce humo que afecta tanto a los habitantes cercanos como a zonas limítrofes como Uruguaiana, generando enfermedades respiratorias y otras afecciones”, destacó el profesional.

Comentó, asimismo, que, ante la inacción municipal, en ciudades como Mercedes y Santo Tomé se recurrió a la Justicia, que ordenó el cierre de los basurales a cielo abierto por su impacto negativo en el aire, el suelo y las aguas subterráneas.

El Superior Tribunal de Justicia de Corrientes (STJ) dictaminó que los municipios deben implementar un tratamiento eficiente de los residuos y establecer plantas recicladoras, ejerciendo controles periódicos para asegurar el fin del daño ambiental.

 

Impacto sanitario y urbano

Giménez indicó que el basural afecta directamente la salud de quienes viven en las zonas aledañas, como el barrio “Las Palmas”, en Libres, ubicado a menos de 100 metros; y los usuarios de espacios públicos próximos.

Se reporta un aumento de enfermedades respiratorias, irritaciones y alergias debido al humo y la contaminación. Además, se advierte que la urbanización de nuevos barrios cerca del basural agrava el problema, comprometiendo la calidad de vida y la salud de los habitantes.

 

Educación y concientización comunitaria

La solución al problema requiere no solamente voluntad política sino también la educación y concientización de la comunidad. Y el letrado planteó la necesidad de trabajar con niños y jóvenes para cambiar hábitos y lograr una mejor organización en el manejo de residuos.

Además, reconoció que cualquier ciudadano puede realizar denuncias y que las asociaciones deberían involucrarse activamente en la defensa del medio ambiente y la salud pública.

 

Ejemplos de gestión en otras localidades

El doctor “Café” Giménez mencionó experiencias exitosas en municipios de Entre Ríos, como Federal y Chajarí, donde el cierre de basurales y la instalación de plantas recicladoras mejoraron significativamente la calidad de vida.

Y presentó como modelo a seguir el trabajo de concientización por barrios y la dignificación de los recicladores, integrándolos a la planta de tratamiento.

En ese tren, puso de relieve que la falta de continuidad en los proyectos de reciclaje y la ausencia de una política de Estado impidieron hasta ahora avances sostenidos. Señalando también que el crecimiento desordenado de la ciudad y la inexistencia de un plan de urbanización agravan la situación.

Y subrayando que el problema no es sólo ambiental y sanitario, sino también urbanístico; exigiendo ordenanzas eficientes y el compromiso del Concejo Deliberante para un desarrollo ordenado y saludable.

Como conclusión, se puede decir que el cierre de los basurales a cielo abierto debe ser una prioridad municipal y comunitaria. Puesto que la salud y la calidad de vida de los habitantes dependen de la implementación de soluciones integrales, sostenidas por políticas públicas, educación y acciones judiciales cuando sea necesario.

El desafío es dejar atrás las promesas vacías y convertir la gestión de residuos en un verdadero compromiso de todos los actores sociales y políticos.