Efectivos de la Policía Federal y Gendarmería avanzaron contra personas con discapacidad en una protesta pacífica contra la decisión del gobierno de Javier Milei.
Decenas de efectivos de la Policía Federal Argentina y de Gendarmería Nacional avanzaron este martes sobre manifestantes que reclamaban contra el veto presidencial a los aumentos destinados al sector de la discapacidad. La reacción de las fuerzas de seguridad generó indignación inmediata, especialmente por la presencia de personas con discapacidades físicas y psicológicas entre los manifestantes.
La protesta se realizó en la Plaza del Congreso, epicentro de reclamos sociales en la Ciudad de Buenos Aires. Allí se congregaron familiares, pacientes, cuidadores, profesionales del área y organizaciones vinculadas al cuidado de personas con discapacidad. El objetivo: rechazar el veto presidencial a un aumento aprobado por el Congreso que impactaba directamente en el financiamiento de prestaciones, tratamientos y traslados.
La protesta se desarrollaba con cánticos, pancartas y banderas, en una movilización que hasta ese momento se desarrollaba sin incidentes y con total normalidad.
El despliegue policial que desató la tensión
“Pedimos, por favor, que no miren números, que no miren estadísticas, que miren las caras de nuestros hijos. Ellos tienen derechos y necesitamos que no nos abandonen. Porque básicamente no se pueden defender. Necesitan que el Estado los proteja y respeten la ley que los contempla”, dijo una de las madres presentes en la marcha al móvil de A24.
Mientras los manifestantes continuaban con su protesta en la plaza, llegaron varios camiones de la Policía Federal y móviles de Gendarmería. En cuestión de minutos, la presencia de uniformados duplicó a la de los manifestantes, generando un clima de tensión.
Según testigos en el lugar, los efectivos comenzaron a avanzar en formación, desplazando a los manifestantes y poniendo en riesgo a personas en sillas de ruedas y con dificultades motrices, lo que provocó reacciones de desesperación y miedo entre los presentes.
“No estábamos haciendo nada malo. Solo reclamamos por lo que nos sacaron. Avanzaron sobre chicos con autismo, con movilidad reducida. Fue una locura”, relató uno de los familiares que participó de la protesta.
Aplicación del protocolo antipiquetes en una manifestación pacífica
La presencia y accionar de las fuerzas de seguridad responde a la implementación del “protocolo antipiquetes” impulsado por el Ministerio de Seguridad, el cual habilita a desalojar manifestaciones que interrumpan el tránsito o el espacio público sin autorización previa.
Sin embargo, la manifestación por discapacidad no cortaba calles ni generaba bloqueos, ya que se desarrollaba dentro del perímetro de la plaza. El uso del protocolo en este contexto fue interpretado como una provocación y un exceso de fuerza, especialmente por el carácter vulnerable de los manifestantes.
La escena dejó una postal que generó repudio transversal en redes sociales, organizaciones sociales y organismos de derechos humanos. “No hubo agresión de nuestra parte. Solo intentamos frenar que los efectivos avancen sobre nuestros hijos”, sostuvo otra madre que se encontraba en la plaza.
Cuando la situación comenzaba a escalar, y ante la exposición mediática y el rechazo de la ciudadanía, los efectivos comenzaron a retirarse de la Plaza del Congreso. El momento fue recibido con aplausos y cánticos de alivio por parte de los manifestantes, que recuperaron el foco de la protesta.
“El ajuste lo están pagando los más vulnerables. Si no hay presupuesto para sostener la atención a personas con discapacidad, el sistema colapsa”, explicaron desde una ONG presente en la movilización.
A24