Durante el primer año de Milei, la clase media vio cómo el fuerte aumento en los servicios esenciales erosionó su poder adquisitivo, obligándola a recortar gastos y modificar su estilo de vida, según un informe del Centro RA de la UBA.
Un nuevo informe del Centro RA de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA revela, que durante el primer año de la gestión del Gobierno de Javier Milei, la clase media experimentó un “deterioro en su poder adquisitivo” y en “su acceso a bienes y actividades que históricamente definieron su posición social”.
Así lo indica el estudio del Centro RA que coincide con el día en que se difundieron los datos de la Canasta Básica Total (CBT) y la Canasta Básica Alimenticia (CBA) con un aumento del 0,1 en mayo para la primera, y una caída de 0,4% para la otra.
Según la investigación, durante el primer año del gobierno de Javier Milei, el consumo de los hogares argentinos “atravesó una profunda reconfiguración”, que consistió en un “aumento desmedido de los precios relativos, especialmente en servicios esenciales” que “obligó a rediseñar las canastas de consumo, desplazando bienes tradicionales y resignando la calidad de vida”.
En lo que respecta al análisis interanual comparado de los datos de consumo, inflación e ingresos, con foco en la clase media, se revela “en primer lugar una reconfiguración forzada de la canasta de consumo”.
“Se produjo un cambio drástico en la composición del gasto de los hogares. Durante el primer año de la gestión Milei, el 59% del gasto se destinó a servicios, lo que representa un aumento de 10 puntos porcentuales respecto al año anterior”, remarcó el trabajo e interpretó que “aunque los salarios mostraron una recuperación nominal, el poder adquisitivo real se vio mermado por la necesidad de cubrir costos fijos ineludibles”.
Entonces, consideró que “la recuperación salarial observada hacia fines de 2024 resulta engañosa frente a la magnitud del ajuste en el gasto de los hogares”. “Aunque hacia fines de 2024 (cuarto trimestre) los salarios mostraron una recuperación —lo que podría interpretarse como una mejora en la situación de algunas personas y hogares—, este dato resulta engañoso: muchas personas se vieron obligadas a modificar la composición de su canasta de consumo debido a la variación de los precios relativos”, profundizó.
Para el Centro RA hubo una “reasignación del presupuesto familiar” porque -señaló- “la inflación intermensual de los servicios superó la de los bienes en once de los doce meses del primer año de gobierno, lo que hizo que los servicios se encarecieron aproximadamente un 33% en términos relativos”. “Esta disparidad se traduce en un ‘efecto tijera’: mientras que los ingresos se esforzaban por seguir el ritmo de la inflación general, el costo de vida se disparaba por el lado de los servicios”, evaluó.
También, el estudio releva los aumentos en los servicios esenciales, a los cuales califica de “alarmantes”. En la Ciudad de Buenos Aires, consignó que el gas aumentó aproximadamente un 631%, el transporte un 707%, la electricidad un 390% y el agua cerca de un 350%.
“Estos aumentos son sustancialmente mayores que el aumento promedio del 129% en el gasto en alimentos, donde incluso los lácteos, con un incremento del 174%, quedaron casi 100 puntos porcentuales por debajo del servicio con menor aumento. Esto subraya la presión desmedida sobre los ingresos destinada a cubrir necesidades básicas”, sostuvo.
“Para que una persona sea considerada de clase media en el tercer trimestre de 2024, sus ingresos mensuales debían oscilar entre aproximadamente $372.000 y casi $1.192.000. Esto implicaba un aumento de alrededor del 125% en los ingresos desde el inicio del gobierno para mantener esa posición social”, observó el estudio, y en contraste, remarcó que el “incremento promedio de los salarios a nivel nacional fue de aproximadamente 119% en el mismo período”.
Por último, concluyó que “el primer año del gobierno de Javier Milei implicó una pérdida sostenida de la capacidad de consumo y del bienestar de la clase media argentina” y resaltó que la “aparente recuperación salarial en el último trimestre de 2024 no logra ocultar la realidad de una clase media obligada a redefinir su estilo de vida, sacrificando calidad y limitando su acceso a bienes y actividades que históricamente la identificaron”.