“¡Llamen a seguridad!”, gritó el presidente de Diputados, Martín Menem.

La protagonista de la fuerte discusión en La Libertad Avanza fue Lourdes Arrieta, la diputada que visitó al genocida Alfredo Astiz junto a colegas suyos, pero dijo haber sido engañada y después presentó una denuncia judicial aportando los chats donde supuestamente se organizó la visita. Por eso, la fustigaron sus compañeros. Martín Menem llamó a los guardias.

En una tensa reunión posterior a la última sesión de Diputados, en que la oposición consiguió rechazar el DNU de Javier Milei que le otorga más plata a los espías de inteligencia del Estado, el bloque de La Libertad Avanza (LLA) protagonizó un escándalo telenovelesco que tuvo como protagonista a la diputada Lourdes Arrieta.

La polémica surgió luego de que Arrieta, quien había visitado al genocida Alfredo Astiz junto a varios de sus colegas, presentara una denuncia judicial afirmando que fue engañada para participar en esa visita. La diputada aportó chats donde supuestamente se había organizado el encuentro, lo que desató la furia de varios integrantes del bloque.

El detonante de la furia libertaria contra su propia colega, Arrieta, fue la reunión de la comisión de Peticiones y Poderes realizada el martes con el fin de discutir el viaje del 11 de julio que hicieron los legisladores de La Libertad Avanza al penal de Ezeiza. En esa reunión, la mendocina Arrieta lanzó: “Tanto el diputado Beltrán Benedit como también el presidente de la Cámara, Martín Menem, deberían dar explicaciones al respecto. No nos mandamos solos, no me voy a subir a una combi sin algún tipo de aval político”, aseguró. Ninguno de los demás legisladores involucrados en la polémica se presentó en la comisión el martes.

“Se brindaron las herramientas para que esto sea una comitiva de diputados de la Nación para conocer las instalaciones del penal. Se me invitó, cumplí con mi deber, quiero pedir perdón a aquellos que se han sentido molestos con este accionar. La verdad es que no sabía”, dijo la legisladora. Incluso señaló que tiene que haber autorizaciones especiales para vehículos de gran tamaño.

El diputado Nicolás Mayoraz -conocido por ser de pocas pulgas-, que estuvo presente en la reunión de comisión del martes, fue uno de los más duros con Arrieta en la reunión de este miércoles, según pudo saber elDiarioAR. La acusó de ser una operadora kirchnerista y la maltrató frente a sus compañeros, apuntándola con el dedo mientras le recriminaba por mostrar los chats. Mayoraz, quien figuraba en esos mismos mensajes, la acusó de perjudicar al líder del espacio, Milei.

En medio de esta agresión verbal, la diputada ultramileísta Lilia Lemoine se sumó a la tensión haciendo gestos que sugerían que Arrieta estaba “loca”, acompañados de chicanas sobre “tener los patitos en la cabeza”. Es porque Arrieta se mostró en algunas reuniones de comisiones con el patito amarillo de juguete en la cabeza, una moda adolescente de los últimos meses.

La situación se desbordó cuando Arrieta, visiblemente afectada, se levantó de su asiento y comenzó a gritar en medio de la reunión. La escena se tornó tan caótica que Martín Menem, integrante del bloque LLA y presidente de la Cámara de Diputados, pidió la intervención de seguridad. “¡Llamen a seguridad!”, exclamó, exigiendo que Arrieta fuera retirada de la sala. El episodio terminó con la intervención del abogado de la diputada, que ingresó para intentar calmar la situación.

Este no es el primer conflicto interno que sacude al bloque de La Libertad Avanza. La denuncia de Arrieta, presentada hace unas semanas, ya había generado incomodidades, pero el malestar explotó tras la reciente derrota en la sesión. Mayoraz fue el encargado de recriminarle a Arrieta que su actitud afectaba gravemente al bloque y que sus acciones, especialmente la difusión de los chats, eran vistas como una traición.

En medio del caos, el diputado “Bertie” Benegas Lynch fue categórico: “Quien no se sienta a fin con el manejo del bloque, que se vaya del bloque”. Su compañera Lorena Villaverde reforzó la idea: “Si no están de acuerdo, que se vayan”.

El escándalo interno de este miércoles revela las tensiones dentro del oficialismo, donde las acusaciones cruzadas y las diferencias ideológicas han comenzado a fracturar la unidad del bloque, dejando a muchos preguntándose sobre el futuro del espacio político en un clima tan enrarecido.

Entre las diferencias ya se cuentan la escisión del bloque ocurrida hace unos meses, que terminó con la salida del entonces presidente de la bancada Oscar Zago, quien formó con otros dos libertarios el bloque Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), y el escándalo con otra diputada, Marcela Pagano, por la presidencia de la comisión de Juicio Político.