Prevención y control son esenciales para reducir el riesgo de Cáncer de Piel. Es fundamental evitar la exposición solar excesiva, mantener controles dermatológicos regulares y consultar ante cualquier duda o cambio en la piel. La concientización durante la Semana del Cáncer de Piel es una oportunidad para reafirmar estos conceptos y fomentar hábitos saludables en la población.
En el marco de la Semana del Cáncer de Piel, el doctor Renato Di Tella, especialista en dermatología, participó del segmento “Saludablemente Hablando”, de PONELE H Radio-TV, para compartir información relevante sobre la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de esa enfermedad.
Organizada por la Sociedad Argentina de Dermatología, se celebra por trigésimo segundo año una campaña que se enfoca en la concientización y difusión de los riesgos del Cáncer Cutáneo.
Según explicó el profesional, la campaña comenzó como “una iniciativa centrada en los lunares y, con el tiempo, evolucionó para abordar la prevención integral del Cáncer de Piel”. Y durante esta semana se promueve “la difusión en todo el país sobre los riesgos de la exposición solar y la importancia de cuidar la piel”.
Cuidados frente al sol
El doctor Di Tella puso énfasis en la necesidad de “aumentar las precauciones durante la primavera y el verano, cuando la radiación solar es más intensa”. Indicando que los principales cuidados recomendados son:
- Evitar la exposición solar entre las 10 horas y las 16 horas: Se aconseja realizar actividades al aire libre temprano por la mañana, al final de la tarde o directamente en la noche.
- Utilizar ropa adecuada: Es recomendable vestir prendas con filtro UV y trama cerrada, especialmente en niños, además de sombreros y gafas con protección UV.
- Buscar sombra: El uso de gazebos, sombrillas o cualquier tipo de sombra ayuda a prevenir quemaduras y reduce el riesgo de Cáncer de Piel.
- Aplicar protector solar: Se sugiere elegir factores entre 30 y 50, renovar la aplicación cada dos horas y usar una cantidad generosa.
Identificación y control de lesiones
Por otra parte, destacó el especialista que, ante cualquier lesión cutánea persistente, como heridas, manchas, costras que no cicatrizan en uno o dos meses, o cambios de color y tamaño en la piel, es fundamental consultar al dermatólogo. Pues “la detección temprana es clave para un tratamiento eficaz”, aseguró.
Asimismo, explicó que los lunares “son agrupaciones de melanocitos, células productoras de melanina, y pueden variar en color y forma. Si bien la mayoría son benignos, algunos pueden transformarse en lesiones malignas. Los signos de alerta incluyen cambios de forma, tamaño, color, y síntomas como picazón o dolor”, subrayó.
Conforme señaló Di Tella, el autoexamen “es una herramienta básica para la vigilancia de lunares, especialmente en zonas poco visibles como la espalda, las plantas de los pies y la región genital. Es importante conocer el aspecto de los propios lunares y estar atentos a cualquier modificación”, remarcó.
Los dermatólogos emplean el método “ABCD” para evaluar lunares, considerando el área, el borde, el color, el diámetro y la evolución (como dolor, sangrado o picazón).
Recomendaciones sobre el control dermatológico
El doctor Renato Di Tella puso de relieve que se aconseja realizar una consulta dermatológica anual para revisar la piel de manera integral y detectar cualquier lesión sospechosa. Además, se recomienda acudir de inmediato al especialista ante cualquier cambio o síntoma en los lunares o lesiones cutáneas.
Es frecuente que, durante una consulta por otros motivos, el dermatólogo detecte lesiones como carcinoma, melanoma o Cáncer de Piel, lo que refuerza la importancia de los controles periódicos.

