La Justicia formoseña investiga la caza furtiva de uno de los pocos ejemplares de yaguareté que vivía en la selva provincial. Se trata de una especie en grave peligro, protegido por leyes provinciales y nacionales.

Un yaguareté fue cazado y cuereado por sus cazadores furtivos en Formosa, lo que despertó la indignación y el repudio de varios proteccionistas de animales y agrupaciones ambientalistas del país. Desde el Gobierno provincial informaron que los presuntos autores del crimen fueron detenidos y quedaron a disposición de la justicia provincial para su investigación.

El hecho conmocionó a la comunidad y los rescatistas confirmaron que quedan aproximadamente 250 yaguaretés en el país, con unos veinte en la región chaqueña (Formosa, Chaco, Salta y Santiago del Estero).

Tras confirmarse la muerte del animal, se radicó una denuncia ante la autoridad policial y tomó intervención el Juzgado de Instrucción y Correccional de la ciudad de Las Lomitas, a cargo de Gabriela Soledad Plazas.

El procedimiento se llevó adelante en forma conjunta con la Unidad Ejecutora de Proyectos Especiales (UEPE), la Unidad Especial de Asuntos Rurales (UEAR), la comisaría de la localidad de Ibarreta, y el personal del Ministerio de la Producción y Ambiente (SRNOyCA y DRCyF).

Gabriela Soledad Plazas aseguró que los autores de esta matanza están identificados, aunque sus nombres aún no se hicieron públicos. El animal fue encontrado desollado, una acción que resalta el valor de su piel en el mercado negro.

“Le sacaron la piel y por cómo fue extraída indica que la iban a comercializar. Además, está colgado para aprovechar la carne también”, lamentó Nicolás Lodeiro Ocampo, director de la Red Yaguareté, en diálogo con Radio Uno

El yaguareté asesinado había sido avistado en dos ocasiones durante este año, el 27 de febrero y en abril. Era un macho de gran tamaño y el segundo registrado por cámaras en Formosa en 2024, y el séptimo en toda la región chaqueña.

La pena que podrían recibir los cazadores que mataron al yaguareté

Las penas para este tipo de delitos están previstas en los artículos 25 y 26 de la Ley de Conservación de Fauna y van de dos meses a dos años con cinco años de inhabilitación especial.

La pena se eleva de cuatro meses a tres años de prisión e inhabilitación especial por diez años cuando la caza fuera cometida de modo organizado o con el concurso de tres o más personas o con armas, artes o medios prohibidos por la autoridad de aplicación. También corresponde una multa económica significativa calculada en función del daño ambiental.

El yaguareté es el felino más grande del continente americano y el tercero a nivel mundial, después del león y el tigre asiático. En Formosa fue declarado Monumento Natural Provincial por la Ley 1673, y es además Monumento Natural Nacional por la Ley 25463. Lamentablemente, la especie se encuentra en peligro crítico de extinción en el país debido a la pérdida y fragmentación de su hábitat, el atropellamiento en rutas, y la caza ilegal del felino y sus presas.

Como el mayor depredador del ecosistema, el yaguareté cumple un rol ecológico fundamental regulando las poblaciones de otros vertebrados, especialmente de los grandes herbívoros, por lo tanto, su presencia es un buen indicador de la salud de los ecosistemas.

Se estima que en Argentina quedan menos de 250 individuos, y solo 20 se encuentran en la región chaqueña, distribuidos en las provincias de Chaco, Formosa, Salta y Santiago del Estero.