La prevención del VIH/SIDA es un trabajo conjunto entre profesionales de la salud, autoridades y la comunidad, apoyado en protocolos de acción, tratamientos efectivos y campañas de concientización. El acceso a información clara y actualizada, la responsabilidad individual y colectiva y la atención médica adecuada son pilares fundamentales en la lucha contra este flagelo.

En la columna “Saludablemente Hablando”, de PONELE H Radio-TV, el titular del Programa Municipal VIH/SIDA y ETS, Jorge Altamira, abordó de manera detallada las principales vías de transmisión del VIH/SIDA y los métodos de prevención recomendados en cada caso, basándose en su experiencia.

Según explicó el profesional, “existen cuatro vías principales a través de las cuales puede transmitirse el VIH/SIDA”, y estas son:

Relaciones sexuales: Incluyen el contacto vaginal, oral y anal. El uso del preservativo es el método de prevención más importante y efectivo para esta vía, actuando como barrera fundamental para evitar el contagio.

Transmisión de madre a hijo: Esta puede ocurrir durante el embarazo, el parto o la lactancia materna. Para evitar el contagio, se aplican protocolos médicos estrictos que incluyen controles y análisis durante el embarazo, detección temprana del virus y la administración de medicación específica a la madre y al bebé en distintos momentos del proceso. Si la madre sigue el tratamiento adecuado y se realizan los controles pertinentes, las posibilidades de transmisión disminuyen significativamente.

Lactancia materna: La lactancia ha sido tradicionalmente considerada una vía de transmisión, ya que el virus puede pasar a través de la leche materna. Sin embargo, si la madre mantiene una carga viral indetectable gracias al tratamiento y bajo supervisión médica, se permite la lactancia materna, ya que se reduce el riesgo de transmisión y se preservan los beneficios nutricionales e inmunológicos para el bebé.

Sangre y líquidos corporales: El contacto con sangre infectada representa un riesgo, especialmente en casos de uso compartido de jeringas (principalmente en personas que se inyectan drogas), transfusiones de sangre no controladas y accidentes que impliquen exposición a sangre. En la actualidad, existen protocolos de seguridad y control en los bancos de sangre, manejo seguro de materiales punzantes y equipos médicos, así como el uso de guantes y barreras protectoras por parte del personal de salud, bomberos y policías.

 

Métodos de prevención específicos

A continuación, el doctor Altamira detalló cómo se abordan las medidas preventivas en cada vía:

Relaciones sexuales: El uso de preservativos sigue siendo la barrera principal. Además, existen tratamientos preventivos como la profilaxis preexposición (PrEP), indicada bajo prescripción médica en personas con alto riesgo de exposición, como trabajadores sexuales o ciertos integrantes de la comunidad LGBTQ.

Transmisión de madre a hijo: La madre embarazada debe asistir a controles médicos periódicos, donde se le realizan estudios para detectar el VIH. Si se confirma la presencia del virus, se inicia un tratamiento que continúa durante el embarazo, el parto y se extiende al recién nacido durante los primeros meses de vida, acompañado de controles para verificar la ausencia de infección.

Lactancia materna: Se permite siempre que la madre mantenga una carga viral indetectable, bajo estricta supervisión médica, para asegurar que el bebé reciba los beneficios de la leche materna sin riesgo de contagio.

Sangre y líquidos corporales: El uso de jeringas y agujas descartables ha reducido significativamente esta vía de transmisión. Las transfusiones de sangre son sometidas a múltiples análisis para garantizar su seguridad. En caso de accidentes, el personal debe utilizar elementos de protección y, si se produce una exposición accidental, se aplica la profilaxis postexposición, un tratamiento que busca prevenir el desarrollo de la infección tras el contacto con material potencialmente infectado.

Consideraciones adicionales

En el epílogo, el bioquímico experto en VIH/SIDA y enfermedades de Transmisión Sexual, apuntó que las medidas de prevención y los tratamientos están protocolizados y adaptados a cada situación particular, respondiendo a las necesidades de embarazadas, recién nacidos, personal de salud, víctimas de accidentes o personas en situación de riesgo.

“La detección temprana y el inicio rápido del tratamiento son clave para disminuir los riesgos y preservar la salud”, remarcó.