La referente en biología molecular de la Universidad Politécnica de Valencia, España, se refirió a los últimos avances en oncología de precisión para mejorar los tratamientos de Cáncer. Destacó que hay una “revolución del conocimiento” y habló de los avances con biopsias líquidas y modelos de organoides tumorales.
En el marco de la segunda jornada del “Simposio NEO/NEA Ciencia”, que organiza la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), Eloísa Jantus Lewintre, bioquímica egresada de esta universidad y referente en biología molecular de la Universidad Politécnica de Valencia, España, se refirió a los últimos avances en oncología de precisión para mejorar los tratamientos de Cáncer.
Destacó que hay una “revolución del conocimiento” y abordó los avances con biopsias líquidas y modelos de organoides tumorales.
“Desde hace algunos años se hablaba de cáncer de pulmón como una única enfermedad, como un solo tipo de cáncer sin distinguir siquiera en subtipos histológicos. Hoy ya estamos hablando de oncología personalizada, con un tratamiento específicamente para este paciente y para su tumor”.
De esta forma, Jantus Lewintre resumió cómo desde la ciencia, con base en la genómica, se están dando grandes pasos en la búsqueda de mejorar los tratamientos contra distintos tipos de cáncer.
Por su trayectoria y destacada actualidad en un área disciplinar en auge en el campo de la salud, y su vínculo con la UNNE, fue invitada como disertante del Simposio “NEO/NEA Ciencia” y durante la charla, primero trazó un panorama del escenario actual de la oncología de precisión y luego abordó el concepto de las muestras oncológicas en las que se tienen que realizar análisis de biomarcadores.
Posteriormente, se explayó sobre las aplicaciones de las biopsias líquidas en la práctica clínica, lo que se hace actualmente y lo que se proyecta para el futuro, y por último, se refirió a la “última frontera de la oncología de precisión”, relacionada con el desarrollo de organoides derivados de tejidos tumoral de pacientes.
“El concepto de oncología de precisión es reciente, pese a lo cual se fue modificando y cambiando por nuevos desafíos a un ritmo vertiginoso en los últimos años” señaló la disertante invitada.
Trayectoria
La bioquímica Eloísa Jantus Lewintre es oriunda de Corrientes, y egresó como Licenciada en Bioquímica de la Universidad del Nordeste en 1990.
Posteriormente, en el año 2002, se recibió de Magíster en Biología Molecular e Ingeniería Genética por la Universidad Favaloro y en 2008 obtuvo el título de Doctora en Bioquímica clínica-médica e inmunología por la Universidad de Valencia.
Desde 2004 reside en Valencia y actualmente ocupa los cargos de Jefe del Laboratorio Oncología Molecular de la Fundación de Investigación del Hospital General Universitario de Valencia y Profesora Titular del Departamento de Biotecnología de la Universidad Politécnica de Valencia.
Es especialista en el área de Biomarcadores Moleculares en Cáncer de Pulmón y en Biopsia Líquida, e integra el Comité Ejecutivo de la Sociedad Internacional de Biopsia Líquida (ISLB).
Avances en genómica y Cáncer
Jantus Lewintre remarcó que el concepto de oncología de precisión es reciente, pero se va modificando de manera frecuente por los grandes avances que se están generando.
Para ejemplificar, tomó el caso del cáncer de pulmón, que hasta hace algunos años era referido como una única enfermedad, como un sólo tipo de cáncer, sin distinguir siquiera en subtipos histológicos.
Pero un poco más adelante se pudo distinguir en diferentes subtipos de acuerdo a la histología y las características de las células que conformaban estos tumores, para identificarlos como adenocarcinomas, carcinomas de células grandes, carcinomas de células escamosas, entre otras identificaciones específicas.
Hasta que se empezaron a secuenciar los genomas de estos tumores y se conoció que había algunas alteraciones conductoras, “alteraciones drivers” que eran las responsables de llevar adelante el crecimiento de estos tumores.
Así, de la mano del conocimiento de estas alteraciones vino el desarrollo de terapias dirigidas específicamente para intentar frenar el descontrol que ejercían estas vías de señalización a través de estos genes que estaban alterados.
Estos genes drivers se convirtieron a la vez en biomarcadores para predecir qué tipos de pacientes iban a responder a terapias dirigidas específicamente contra alguna de estas alteraciones.
Pero hace unos años, detalló la profesional, irrumpió en los tratamientos oncológicos la inmunoterapia y gracias a la inmunoterapia vinieron nuevos biomarcadores, que exigen el análisis de marcadores aún más específicos.
“El presente es un presente complejo, que exige analizar una serie de alteraciones en genes que son dianas de terapias dirigidas, y también exige analizar biomarcadores a nivel de proteínas, y el futuro se presenta aún más complejo, con el advenimiento de los anticuerpos conjugados con fármacos que son la nueva frontera en el tratamiento de tumores con tecnologías avanzadas” resumió.
Las biopsias
En el marco de la disertación, la experta egresada de la UNNE se refirió a las biopsias que representan el estándar para las pruebas moleculares en la oncología de precisión.
Pero señaló que la muestra de tejido “es una foto fija de lo que está ocurriendo en ese momento y en esa muestra”, y no brinda la idea de toda la heterogeneidad de la enfermedad del paciente.
Si bien la muestra de tejido es el estándar en la práctica clínica y la información histológica es completa, la desventaja es que la calidad de tejido muchas veces es crítica para el análisis de biomarcadores, la calidad de material para el análisis molecular depende del tipo de tumor, estadio, y abordaje para la toma de muestra, entre otros requisitos.
Además, no representa la heterogeneidad del tumor, es una muestra invasiva, las “rebiopsias” no siempre son posibles, y no se puede tener información en tiempo real de lo que está ocurriendo con el tumor cuando se le está dando una terapia.
Asimismo, existe un alto porcentaje de casos en los que las muestras de tejidos no llegan a la instancia de análisis de biomarcadores, ya sea por imposibilidad de tomar muestras en el paciente, fallas en la calidad de la muestra que no es representativa del tumor, insuficiente cantidad de tejido remanente o de baja calidad para análisis tumorales, sumado a que no existan laboratorios o profesionales preparados para realizar el análisis de biomarcadores.
Frente a dichas limitaciones de la biopsia de tejido, indicó, el planteo que surgió fue “¿en qué queda la medicina de precisión si no hay muestra en la que analizar los biomarcadores?
Biopsias líquidas
Así se empezó a gestar un área emergente de investigación clínica en el ámbito de la oncología con el desarrollo de la biopsia líquida como alternativa, como una muestra que puede dar información complementaria a la muestra de tejido.
Detalló que, por los avances recientes en tecnologías genómicas, la biopsia líquida puede ser tomada de cualquier fluido biológico como sangre, orina, líquido pleural, líquido cefalorraquídeo, saliva, entre otras muestras en las que se pueda identificar un biomarcador, de manera similar a la muestra de tejido y que sea representativo de un proceso patológico del tejido en el cual se ha producido el biomarcador.
El ADN tumoral circulante (ADNct o ctADN) es el que da la información acerca de las alteraciones del tumor, y con este biomarcador se pueden estudiar distintas variables, algo que se favorece en la biopsia líquida.
La doctora Jantus Leweintre destacó que la biopsia líquida es una muestra mínimamente invasiva, que causa menor morbilidad al paciente, es de simple obtención, con resultados más rápidos al no requerir pretratamientos, y se pueden repetir las muestras a lo largo del camino del tratamiento tumoral.
“Permite ver cómo está el tumor en cada momento y expone mejor las recapitulaciones del tumor” resaltó.
En tanto, respecto a las desventajas de la biopsia líquida, mencionó que no todos los tumores eliminan su contenido a la circulación.
Comentó que, hasta hace poco tiempo, los resultados negativos en biopsia líquida debían ser confirmados en biopsia de tejido, pero de manera reciente se resolvió que si el cálculo de fracción tumoral expone que existen suficiente cantidad de material tumoral en la muestra de biopsia líquida, y hay un resultado negativo, este resultado negativo no requiere reconfirmación en tejido.
Sobre las aplicaciones actuales de la biopsia líquida en enfermedades oncológicas, indicó que está restringida al uso en estadios metastásicos.
Comentó que en las instituciones en las que trabaja, en España, realiza el diagnóstico con muestra de tejido, y si la muestra de tejido es insuficiente o no tiene la calidad suficiente, la segunda opción es muestra de biopsia líquida.
En tanto, cuando el paciente progresa a una terapia dirigida, “en nuestra institución la primera opción es la biopsia líquida porque recapitula mejor lo que está ocurriendo en la enfermedad del paciente”.
Y si la biopsia líquida no da respuesta sobre cuál es el mecanismo implicado en la progresión o resistencia del tumor al tratamiento, se pasa a la biopsia de tejido.
Señaló que los datos que apoyan el uso de biopsia líquida en el contexto de la enfermedad metastásica, “son abrumadores”, pues existen muchísimos datos, ensayos clínicos y estudios de validación que respaldan su uso.
“Existen diversas asociaciones internacionales del campo de la salud y la ciencia que están apoyando el uso de biopsia líquida en más estadíos oncológicos”, resaltó.
En esa línea, expuso que, en algunos países con más recursos, se están utilizando ambas muestras en forma complementaria, tejido y biopsia líquida, pues la información que proveen es complementaria.
Señaló que los últimos ensayos en el uso de biopsia líquida se enfocan en poder abordar su utilización en estadíos tumorales más tempranos.
Por ejemplo, los de ensayos de enfermedad mínima residual, que persiguen dos estrategias diferentes, que son escalar o desescalar dosis.
Nueva frontera del conocimiento en oncología
Tras referirse a los avances que representa la biopsia líquida para la oncología de precisión, Jantus Lewintre comentó sobre otro desarrollo más innovador y actual, que son los modelos de organoides tumorales.
“Representan la llegada de la personalización de los tratamientos, es decir un tratamiento para este tumor y este paciente en particular”.
Los organoides son una versión miniaturizada y simplificada de un órgano, son cultivos producidos in vitro en tres dimensiones y que muestran una anatomía realista y se utilizan para analizar el comportamiento de las células cancerosas.
“Los modelos en 3D representan mucho mejor al tumor, son más realistas, y permiten entender las interacciones entre células y células y entre las células y la matriz extracelular”, sostuvo.
Indicó que se trata de modelos más precisos a la hora de predecir si un tumor va responder o no a un determinado tipo de tratamiento, y pueden recapitular la heterogeneidad tumoral porque pueden estar constituidos por varios tipos celulares.
Respecto a las desventajas de los organoides tumorales, refirió que son complejos de desarrollar, son costosos, y requieren de equipamiento y personal técnico muy entrenado para desarrollar los modelos.
Comentó que en su grupo de investigación de la Universidad en Valencia han desarrollado varios modelos y realizado ya varias publicaciones que exponen el avance que representan para la oncología de precisión.
“Recapitulan perfectamente la histología de los tumores”, indicó y agregó que reproducen perfectamente igual la heterogeneidad que las biopsias de tejidos.
Explicó que el cultivo celular en dos dimensiones que se venía utilizando no eran modelos tan informativos a la hora de predecir cómo se van a comportar las células cuando están expuestas a diferentes tipos de tratamiento.
“La nueva frontera de oncología son los tratamientos basados en inmunoterapia en la que buscamos reactivar al sistema inmunológico del propio paciente para que luche contra esas células tumorales” graficó.
Explicó que, para ello, se desarrollan organoides con células mononucleares que se activan previamente y, a lo largo del tiempo, estas células previamente activadas van a ir haciendo desaparecer las células cancerígenas.
Consideraciones finales
Para concluir, la bioquímica Jantus Lewintre resaltó la importancia de los vertiginosos avances que se están logrando en el campo de la oncología de precisión, que hacen factible pensar en progresivas mejoras en el tratamiento de esta enfermedad.
Expuso la necesidad de identificar los escenarios adecuados para la utilización de los distintos avances, pero reiteró que se tratan de “avances revolucionarios” para la selección de terapias personalizadas que es el escenario futuro que ya se está alcanzando.
Por último, agradeció la convocatoria a formar parte del “Simposio NEO/NEA Ciencia” en la Universidad en la que se formó como profesional.
Cabe recordar que el “Simposio NEO/NEA Ciencia”, en formato virtual, busca visibilizar los procesos de generación de conocimiento que se desarrollan en la Universidad Nacional del Nordeste, y fortalecer redes de vinculación e intercambio con otros centros de investigación.