La Cámara de Diputados de la Nación votó dos temas sensibles para el Gobierno nacional e insistió con la ley de financiamiento universitario y la ley de emergencia pediátrica. Afuera del Congreso, una nutrida manifestación se pronuncia a favor de la educación y la salud.
La Cámara de Diputados rechazó esta tarde los vetos presidenciales de Javier Milei a la ley de Emergencia Pediátrica y a la ley de Financiamiento Universitario, al sumar más de dos tercios de los votos de los legisladores. Ahora, el Senado deberá hacer lo propio para poder restablecer ambas iniciativas.
Para la Ley de Emergencia Pediátrica, los legisladores insistieron con la sanción de la normativa con 181 votos a favor, 60 contra y 1 abstención.
Para la Ley de Financiamiento Universitario, la votación fue: 174 a favor, 67 contra y 2 abstenciones.
El Ejecutivo necesitaba llegar a un tercio de los votos para poder mantener las leyes caídas, pero estuvo lejos: a casi 20 legisladores de lograrlo.
El tiempo de debate se redujo luego de que los legisladores se pusieran de acuerdo en reducir la lista de oradores y tratar los dos temas más sensibles de la jornada, universidades y Garrahan, de forma conjunta.
El presidente Javier Milei vetó las dos iniciativas el pasado 10 de septiembre al justificar que compromete el equilibrio fiscal que, dijo “es innegociable”. El oficialismo necesitaba lograr un tercio y un voto para sostener el veto presidencial.
En los alrededores del Congreso, varios sectores políticos y sociales se movilizan para apoyar la caída de los vetos. Por eso, hay una gran custodia policial en torno al Palacio Legislativo.
Quorum en la Cámara baja
La oposición abrió el debate con 132 legisladores. La oposición centró su objetivo en lograr que los vetos presidenciales para el financiamiento a la universidad pública y al Hospital Garrahan. Para que eso suceda, la oposición necesita lograr los dos tercios de los votos de los diputados. En ese caso, sería el Senado quien decida la validez o no del veto.
Por esos, el desafío para el Gobierno es lograr tener al menos un tercio más un voto, para sostener el veto. Si esto ocurriera, el veto del presidente Milei quedaría firme y haría inútil un tratamiento en el Senado. La cantidad de Diputados es importante, porque en la medida que legisladores no estén en sus bancas, la cantidad de votos para rechazar el veto, es más fácil de conseguir.