El cumplimiento de los turnos médicos, el respeto por los tiempos de atención y la responsabilidad mutua entre pacientes y profesionales fueron los ejes centrales de la reflexión del doctor Carlos Torres, durante su participación en PONELE H Radio-TV.
En una charla distendida, atravesada también por el clima de fin de año, el odontólogo Carlos Torres puso el foco en una problemática cotidiana que afecta tanto al sistema de salud privado como público: los turnos solicitados y no cumplidos, y la falta de aviso previo.
Al participar de la columna “Saludablemente Hablando”, de PONELE H Radio-TV, el profesional destacó que “el compromiso es mutuo entre el paciente y el profesional”, al explicar que cuando una persona solicita un turno y no asiste sin aviso, no sólo perjudica al profesional, que pierde tiempo laboral, sino también a otro paciente que podría haber sido atendido en ese espacio.
“Ese tiempo ocioso podría usarse para adelantar a alguien que está esperando o para atender una urgencia”, explicó Torres. Y en ese sentido, puso de relieve que desde el consultorio se realizan recordatorios previos, lo que implica una inversión de tiempo que muchas veces no es correspondida.
Otro de los puntos abordados fue la costumbre de solicitar diagnósticos o presupuestos por teléfono o redes sociales, algo que el odontólogo consideró inapropiado y riesgoso.
“Ningún profesional de la salud puede indicar un tratamiento o dar un presupuesto sin una evaluación previa. Cada paciente es distinto y se necesita un examen detallado”, remarcó.
Además, advirtió que indicar medicamentos sin conocer al paciente puede ser peligroso, especialmente ante alergias u otras condiciones médicas.
Anticipos para asegurar la atención
Carlos Torres explicó que, ante reiteradas ausencias sin aviso, muchos profesionales optan por solicitar el pago anticipado de la consulta como forma de asegurar la asistencia.
“El paciente que realmente quiere venir no tiene inconvenientes en hacerlo”, señaló, al tiempo que reconoció que quienes desisten ante esta condición suelen desaparecer sin respuesta, generando nuevamente pérdida de tiempo para el equipo de trabajo.
Respecto a las demoras en la atención, el odontólogo pidió comprensión y explicó que los tiempos de cada paciente no siempre son previsibles.
“Cuando estoy con un paciente, estoy al 100% dedicado a él. No puedo apurar un tratamiento porque hay otros esperando”, afirmó. Y señaló que sólo los primeros turnos de la mañana y de la tarde ingresan puntualmente, mientras que el resto puede verse afectado por tratamientos más complejos o imprevistos, como una anestesia que tarda en hacer efecto, por ejemplo.
Asimismo, aclaró que en su consultorio se respeta estrictamente el orden de la agenda, salvo en casos de urgencias o situaciones especiales, como pacientes accidentados o personas mayores con movilidad reducida, siempre consultando previamente a quienes esperan.
Respeto y empatía como valores centrales
Finalmente, el doctor Torres subrayó que la clave para una buena atención en salud es la empatía y el respeto por el otro, tanto del profesional hacia el paciente como del paciente hacia el profesional.
“Así como el paciente deja de hacer cosas importantes para venir a una consulta, el profesional también tiene la obligación de avisar si no va a poder atender. Yo eso lo respeto mucho”, afirmó.
La conversación concluyó con un saludo de fin de año y un mensaje de buenos deseos para pacientes, colegas y la comunidad en general, reforzando la idea de que la salud también se construye desde el compromiso y la responsabilidad compartida.


