El doctor Garnica compartió información fundamental sobre la patología que suele generar dudas y preocupación, especialmente en mujeres mayores. En PONELE H Radio-TV, desarrolló en profundidad el tema, aportando importantes datos.

El médico Gustavo Garnica, especialista en Ginecología y Mastología, incursionó en la columna Saludablemente Hablando, del programa PONELE H Radio-TV, exponiendo sobre el Cáncer de Endometrio, “una enfermedad que se desarrolla en el revestimiento interno del útero, conocido como endometrio”, explicó.

A diferencia del Cáncer de Cérvix (cuello uterino), que es más conocido y afecta a una parte en contacto con la vagina, el Cáncer de Endometrio “aparece en la capa interna que normalmente se descama durante la menstruación. Es importante destacar que este tipo de cáncer no suele presentarse en edades tempranas, sino que su aparición es más frecuente en mujeres mayores, especialmente a partir de los 60 años, incrementándose el riesgo entre los 60 y 80 años”, resaltó el profesional.

Consultado al respecto, Garnica puntualizó que “el principal signo de alarma es el sangrado vaginal en mujeres que ya han atravesado la Menopausia. Cualquier tipo de sangrado, por mínimo que sea -incluso una simple mancha en la ropa interior- debe considerarse una señal importante, ya que a esa edad no debería haber sangrado uterino”, explicó.

“Aunque no siempre se trata de una hemorragia intensa, como la que ocurre durante el ciclo menstrual, la aparición de cualquier tipo de sangrado inesperado luego de los 60 años debe motivar una consulta médica”, añadió el doctor Garnica.

Cabe consignar que, en muchos casos, las pacientes de edad avanzada pueden no notar estos síntomas, por lo que la revisión periódica por parte de familiares o controles médicos puede ayudar a detectarlo de manera temprana.

 

Herramientas de detección

El especialista puso de relieve, además, que la detección del Cáncer de Endometrio puede lograrse a través de “controles ginecológicos regulares, donde se incluyen estudios como la mamografía y, especialmente, la ecografía ginecológica”.

En este estudio, los especialistas observan el grosor del endometrio, teniendo en cuenta que “tras la Menopausia, un endometrio normal no debe superar los 8 o 9 mm. Si se detecta un engrosamiento (hiperplasia endometrial), esto se considera un signo de alarma y justifica realizar estudios adicionales”, destacó Gustavo Garnica.

El acceso al diagnóstico varía según los recursos disponibles:

  • En lugares con menor complejidad: Se puede realizar un cepillado endometrial utilizando un cepillo especial (endobrush) para obtener muestras que luego se analizan. Si el resultado es anormal, se recurre a métodos más avanzados.
  • En centros con mayor complejidad: Se indica una histeroscopía diagnóstica, que consiste en introducir una cámara en el útero para observar y tomar muestras directamente de las zonas sospechosas. Este método es más preciso porque permite identificar exactamente el área afectada.
  • En ausencia de histeroscopía: Se recurre al raspado uterino a ciegas, procedimiento en el que se extrae tejido del interior del útero para su análisis. Aunque no es tan específico como la histeroscopía, sigue siendo útil para el diagnóstico.

La histeroscopía tiene la ventaja de ser un procedimiento dirigido, mientras que el raspado es más general. Con el diagnóstico confirmado, el siguiente paso es planificar el tratamiento adecuado.

 

Tratamiento

En otro tramo de su exposición, Garnica apuntó que el tratamiento principal del Cáncer de Endometrio es la histerectomía, que “consiste en la extirpación del útero”.

Este procedimiento “suele ser curativo cuando el tumor se encuentra limitado al endometrio. Si el cáncer ha avanzado hacia el músculo uterino (miometrio), la cirugía debe ser más extensa y el pronóstico cambia”, resaltó.

Importancia del control médico

En los controles ginecológicos, especialmente después de los 70 años, se recomienda continuar realizando ecografías ginecológicas, aunque el Papanicolaou se deje de hacer a esa edad.

“Esto permite detectar no sólo Cáncer de Endometrio antes de que aparezca el sangrado, sino también Cáncer de Ovario. En pacientes mayores, los controles pueden espaciarse cada dos años, ya que el crecimiento del endometrio suele ser lento”, explicó el ginecólogo y mastólogo.

Y aclaró que existen factores de riesgo asociados al Cáncer de Endometrio, como la hipertensión, la obesidad y los antecedentes familiares. Por eso, “el control médico es fundamental, ya que muchas hiperplasias endometriales son benignas y no requieren cirugía, pero es necesario distinguirlas de las malignas mediante estudios adecuados”, manifestó.

 

Pronóstico y estadísticas

Conforme los conceptos de Gustavo Garnica, el Cáncer de Endometrio es uno de los que presenta menor mortalidad. Lo que se debe a que, al manifestarse con sangrado, suele detectarse en fases tempranas y puede tratarse con éxito mediante la extirpación del útero.

Sin embargo, si el tumor compromete capas más profundas, el pronóstico empeora y el tratamiento se vuelve más complejo.

La clave para reducir la mortalidad por Cáncer de Endometrio es la detección precoz, la consulta ante cualquier síntoma sospechoso y la realización de controles ginecológicos periódicos, incluso en edades avanzadas.

El testimonio del doctor Garnica resalta la importancia de la información, el acceso a los recursos diagnósticos y la consulta temprana para mejorar el pronóstico y la calidad de vida de las pacientes.