Con goles de Exequiel Zeballos y Miguel Merentiel, Boca se impuso 2-0 en La Bombonera, se quedó con el Superclásico ante River y se clasificó para la Copa Libertadores 2026.
La Bombonera vivió una tarde inolvidable. Por la fecha 15 del Torneo Clausura, Boca derrotó a River por 2 a 0 con goles de Exequiel Zeballos y Miguel Merentiel, y no solo festejó un triunfo en el Superclásico, sino también la clasificación directa a la Copa Libertadores 2026.
El primer tiempo fue parejo, intenso y con pocas situaciones de peligro. Ambos equipos se disputaron la posesión en el mediocampo y priorizaron no cometer errores. Sin embargo, cuando parecía que el descanso llegaría con el marcador en cero, Boca encontró la ventaja en el cierre de la etapa.
En tiempo adicionado, Exequiel Zeballos aprovechó un pase largo, ganó en velocidad, eludió la marca y definió tras un rebote de Franco Armani para poner el 1-0. El estallido en las tribunas fue inmediato: la Bombonera se transformó en una caldera.
Apenas iniciado el complemento, Boca volvió a golpear. En la primera jugada clara, Zeballos volvió a marcar diferencias por su sector: superó en velocidad a Portillo, se metió al área y asistió a Miguel Merentiel, que definió con el arco libre para estirar la ventaja a 2-0.
Ese gol terminó de quebrar el partido. River, golpeado anímicamente, intentó reaccionar pero no logró inquietar a Romero. Boca, en cambio, tuvo varias chances para ampliar el resultado. Entre las imprecisiones en la definición de Giménez y las intervenciones de Armani, el marcador no se movió más, aunque el dominio xeneize fue claro.

Qué significa este triunfo para Boca
El resultado no solo representó una victoria ante el clásico rival: tuvo valor doble. Con este triunfo, Boca aseguró la segunda posición de la tabla anual y, por lo tanto, su lugar en la fase de grupos de la Copa Conmebol Libertadores 2026.
Será el regreso del conjunto azul y oro al máximo torneo continental después de dos años de ausencia. Una recompensa al trabajo del equipo y una alegría inmensa para los hinchas, que celebraron el Superclásico como una clasificación soñada.

Un Superclásico que quedará en la historia
El triunfo ante River dejó mucho más que tres puntos. En una Bombonera repleta, con un clima de fiesta y una actuación sólida, el equipo se reencontró con su mejor versión. Zeballos fue una de las figuras por su desequilibrio y determinación, mientras que Merentiel volvió a mostrar su olfato goleador en los momentos clave.
River, en cambio, se fue con la bronca de haber dejado pasar una oportunidad importante en su lucha por la clasificación. El equipo de Núñez sufrió los espacios y no logró contrarrestar la velocidad de los atacantes rivales.
Con el 2-0 final, Boca celebró ante su gente un Superclásico redondo: ganó, gustó, y volvió al torneo que más lo identifica. La Bombonera fue testigo de una jornada que quedará grabada en la memoria xeneize.

