Las consultoras anticipan que noviembre volverá a mostrar presión sobre los precios, especialmente por el avance de los alimentos y bebidas.

La inflación volvió a acelerarse en octubre y alcanzó el 2,3%, el nivel más alto desde abril.

La suba estuvo influida por la volatilidad electoral y no muestra señales de freno en noviembre, impulsada principalmente por el rubro de alimentos y bebidas, que representa cerca del 30% del Índice de Precios al Consumidor (IPC).

Los relevamientos de alta frecuencia de consultoras privadas muestran que “Alimentos y bebidas no alcohólicas” registró aumentos significativos en las primeras semanas del mes. LCG midió un alza de 1,5% en la segunda semana de noviembre, que se sumó al 1,8% previo y elevó el acumulado a 3,6%. Dentro del rubro, carnes explicó por sí sola un tercio de la inflación general, con incrementos promedio del 15% en las últimas semanas, mientras que las subas en bebidas y lácteos superaron la baja en panificados.

La inflación de octubre fue 2,3%

Econviews detectó una dinámica similar con variaciones semanales de 1,1%, 1% y 0,7% a lo largo de noviembre. Los porcentajes también estuvieron influidos por carnes, aunque parcialmente compensados por caídas en verdulería.

Los aumentos se dan pese a la política de apertura de importaciones que impulsa el Gobierno para contener precios. Según datos del Intercambio Comercial Argentino, entre enero y octubre ingresaron USD 702 millones en alimentos y bebidas básicos para el hogar, con un crecimiento interanual del 47,7%, y USD 1.220 millones en alimentos y bebidas elaborados, con una suba del 82,7%.

Cómo sigue la inflación

La discusión sobre el rumbo inflacionario se reactivó después del 2,3% de octubre. Para los analistas, es cada vez más difícil que se cumpla la proyección del presidente Javier Milei de que la inflación dejará de ser un problema hacia mediados de 2026, aunque ciertos indicadores entusiasman al equipo económico. Entre ellos, la inflación mayorista de octubre, que marcó 1,1% impulsada por la caída del 1,4% en los precios importados.

En el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, publicado en octubre, ubicó la inflación de noviembre en 1,9% y proyectó 2% para diciembre. La desaceleración recién aparecería a partir de enero de 2026. Las estimaciones se difundieron antes de la oficialización de aumentos en servicios públicos. Tras las elecciones, el Gobierno autorizó subas de 3,5% y 3,6% en el gas, 3,8% en la luz y 9,7% en los colectivos del AMBA, con un boleto mínimo de 495 pesos.

El análisis de Invecq advierte que aún persisten precios rezagados en la economía. Según la consultora, la inflación reprimida asciende a 4,2 puntos y el mayor atraso se concentra en servicios públicos. Dentro de los segmentos con demoras de entre 30% y 40% figura energía eléctrica y gas, mientras que transporte, telefonía, internet y combustibles presentan retrasos de entre 20% y 30%. Un informe de Energía y Economía señaló que el ministro Luis Caputo resignó ingresos por más de USD 2.100 millones en lo que va del año al no aplicar las actualizaciones previstas en los impuestos a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono.