Lugones es un médico cardiólogo con gran experiencia, se supo ganar un espacio de poder en la Casa Rosada de la mano de Santiago Caputo. Fue designado como reemplazante de Mario Russo, que alegó “cuestiones personales” para dejar el cargo.
El médico cardiólogo Mario Lugones fue designado ayer como ministro de Salud de la gestión de Javier Milei, en reemplazo de Mario Russo, que renunció a su cargo por “cuestiones personales”, según se confirmó oficialmente.
Cercano a Santiago Caputo, principal asesor de Milei, Lugones supo ganarse un espacio de poder en la Casa Rosada, pero sus vínculos con la política no son nuevos. Desde la década de los 90 está ligado a la política, a las obras sociales y a los prestadores de Salud. Es el fundador y presidente de Silver Cross America Inc., propietaria del Sanatorio Güemes.
A lo largo de su carrera profesional se desempeñó en la Unidad Coronaria del Sanatorio Güemes, en el Hospital Argerich, en el Sanatorio Anchorena y en la Fundación Favaloro y fue médico en el Ministerio de Educación de la provincia de Buenos Aires, entre otros cargos. A partir de la víspera, suma a su currículum el cargo de Ministro de Salud.
Lugones un apellido de peso en la gestión libertaria
Mario Lugones no es el único de la familia en ganar espacio dentro de la gestión libertaria. Su hijo, Rodrigo Lugones, es amigo de Santiago Caputo y forma parte del equipo de asesores de Milei y también se fue haciendo fuerte, pese a que a la familia se la había ligado al eyectado jefe de Gabinete, Nicolás Posse.
En el Ministerio de Salud, Mario Lugones siempre fue un hombre fuerte, incluso se hablaba de una presencia que solía hacerle sobra al propio Russo. Como presidente de la Fundación Sanatorio Güemes estuvo vinculado a Enrique “Coti” Nosiglia y Luis Barrionuevo, socios de la organización. El gastronómico fue precisamente quien lo acercó a La Libertad Avanza.
En medio de las marchas y contramarchas por los aumentos en las cuotas de las prepagas, Lugones fue el interlocutor entre el Gobierno y las empresas. Habló con sus colegas de igual a igual y les pidió sacar el pie del acelerador (al menos por un tiempo) y fue el puente de negociación para amortiguar las subas de precios, hasta que el Gobierno bajó la orden de retrotraer los aumentos.
En la disputa por los precios, Lugones siempre jugó del lado de los prestadores y desde el Ministerio de Salud tendrá ahora las herramientas para inclinar la balanza a su favor, en la puja contra las empresas de medicina prepaga.