Según el alcalde, la ciudad va camino a sufrir una ola de calor parecida a la del año pasado, cuando cerraron escuelas, cancelaron hospitales y hubo una gran demanda para los bomberos.
Londres está en la mira porque es uno de los candidatos a enfrentarse a la preocupante ola de calor extrema, ya que sus temperaturas podrían llegar a 45 grados por consecuencia del cambio climático. Así lo declaró su alcalde, Sadiq Khan, al medio británico The Guardian en una cumbre sobre el clima que se llevó a cabo en Nueva York.
Al evento asistieron varios gobiernos de distintos países y debatieron las mejores formas de hacerle frente a las olas de calor extremas. Por su parte, Khan dijo que Londres podría vivir varios días de 45 grados, lo que podría perjudicar varias actividades básicas de la ciudad. “Esto significaría que el metro no será apto para funcionar. Que algunos hogares tendrán demasiado calor durante el día, así como las residencias de ancianos y las escuelas también”, explicó.
“Ya es hora de que los que están retrasando las medidas se despierten y huelan el café. Esto está ocurriendo ahora y nos está pasando a nosotros”, agregó el alcalde de Londres.
Nuevas medidas para enfrentar el calor
El alcalde de Londres explicó que plantarán más árboles para que den sombra y se instalará aire acondicionado en los colectivos. Sin embargo, remarcó que necesita más apoyo gubernamental para ayudar a las ciudades a adaptarse a la crisis climática.
“Estamos aprendiendo de otras ciudades. Pero no podemos fingir que no estamos atrasados”, declaró Khan. “Tenemos que poner todo de nuestra parte. Hemos tenido muy poco apoyo del Gobierno. El hecho de que el primer ministro (Rishi Sunak) no venga a la asamblea general de la ONU y quizá no vaya a Cop28 lo dice todo”, añadió.
Londres puso en marcha la revisión climática casi un año después de que la capital británica sufriera olas de calor extremas que batieron récords. En julio del 2022 las temperaturas superaron por primera vez en la historia los 40 grados en Londres, lo que hizo que cerraran escuelas, cancelaran hospitales y que los bomberos tuvieran jornadas complicadas en cuanto a fuegos desde la Segunda Guerra Mundial.
