Existe un alimento que puede servir como endulzante natural y que además posee grandes beneficios para el organismo.
Las alternativas saludables al azúcar refinado suelen ser, en su mayoría, endulzantes naturales que además ofrecen beneficios para la salud. Uno de ellos es una futa poco conocida: la lúcuma. Proveniente de los valles andinos de Chile, Perú y Ecuador, es cada vez más popular debido a su papel nutricional y su capacidad para reemplazar el azúcar en las dietas.
La lúcuma se caracteriza por su sabor dulce y su textura cremosa. Históricamente, este fruto fue consumido durante siglos por las antiguas civilizaciones de América del Sur, quienes lo consideraban un tesoro nutritivo y curativo.
El sustituto perfecto de la azúcar
La lúcuma se destaca como un sustituto ideal del azúcar debido a su bajo índice glucémico, lo cual significa que su consumo no provoca picos bruscos en los niveles de azúcar en la sangre, a diferencia del azúcar refinado. Esta característica es beneficiosa para las personas con diabetes o que buscan controlar su ingesta de azúcar.
¿Cómo se consume la lúcuma?
Si bien puede consumirse como fruta fresca o en harina, la lúcuma generalmente se encuentra disponible en forma de polvo. Al deshidratar y moler la pulpa del fruto, el resultado se puede utilizar como un endulzante natural en jugos, postres, helados y otros alimentos.
Otro gran fuerte
Por otro lado, la lúcuma es una fuente abundante de vitaminas, minerales y antioxidantes. Está repleta de betacarotenos, unos potentes antioxidantes precursores de la vitamina A, la cual es necesaria para el crecimiento celular y la salud ocular. Además, cuenta con grandes cantidades de vitamina B, vitamina C, calcio, hierro y zinc, entre otros nutrientes esenciales.
Por otro lado, este fruto posee propiedades prebióticas, convirtiéndolo en un aliado invaluable para la salud intestinal, ya que estimula el crecimiento y la actividad de las bacterias beneficiosas en el intestino.