Griselda Blanco fue hallada estrangulada en su domicilio. La policía detuvo a su expareja. Intentan establecer si se trató de un femicidio o de un crimen vinculado a las denuncias que realizaba. Se tejen varias hipótesis pero nada oficial, porque fue establecido el secreto de sumario.
La comunicadora Griselda Blanco fue encontrada muerta el sábado último (20/5) en el interior de su domicilio de la calle Juan Pujol de la ciudad de Curuzú Cuatiá, a 320 kilómetros de la Capital correntina.
La familia de la víctima aseguró que no se trató de un suicidio, sino que “la mataron”. Pues, según publicó Lautaro Cesani, uno de sus hijos, en redes sociales “decía verdades que nadie se animaba a decir”, por lo que “la querían ver callada y no pudieron”.
Extraoficialmente, trascendió que el cuerpo de Blanco fue hallado estrangulado con una soga y con golpes en la cara. Se hallaron también pelos en sus manos, que podrían ser señales de que se defendió del ataque, y los accesos a la casa no fueron violentados.
Por la muerte se encuentra demorado su expareja Armando Jara, quien también está vinculado a la comunicación en medios locales.
El caso es investigado por la Unidad Fiscal de Recepción y Análisis de Casos (Ufrac) y la Policía Federal Argentina (PFA). Y en ese marco fue allanada la vivienda de Jara, habiéndose incautado prendas de vestir y una notebook.
Blanco era realizaba transmisiones en vivo por Facebook, en las que había efectuado denuncias por supuesta mala praxis en la muerte de una mujer en el hospital civil “Fernando Irastorza”, de Curuzú Cuatiá.
Asimismo, formuló anteriormente denuncias públicas sobre supuesto mal desempeño de la Policía local. Por este motivo, la Fiscalía interviniente solicitó que la muerte sea investigada por la PFA.
