En el río Uruguay la tendencia climática indica predominio de lluvias normales en el trimestre al 30 de junio 2023 sobre la cuenca media. Mientras que, dada la perspectiva meteorológica y climática actual, en el río Paraná la evolución esperable es de niveles sostenidamente en la franja a oscilación normal o de aguas medias, con un caudal en la confluencia oscilante.
Según el informe de inicio de semana del Instituto Nacional del Agua (INA), publicado por el Instituto Correntino del Agua y del Ambiente (ICAA) en su sitio web www.icaa.gov.ar, en la cuenca media del río Uruguay las lluvias fueron escasas o nulas. El aporte en ruta al tramo medio sigue muy acotado.
En Paso de los Libres prevaleció una leve tendencia descendente y el nivel quedó oscilando por debajo de 1,00 metro. Significa aguas bajas.
El caudal en esa sección del río promedio en la semana es de 970 metros (un 7% de disminución semanal, sin tendencia). Es del orden del 16% del promedio en igual semana de 2022, en ocasión de lluvias frecuentes.
En el tramo correntino-paraguayo del río Paraná, las lluvias fueron escasas. El caudal entrante al embalse de Yacyretá promedió 15.140 metros cúbicos por segundo (45% de aumento semanal). La descarga promedio es de 14.740 metros cúbicos por segundo (34% más).
El promedio semanal resulta 87% superior al correspondiente promedio de la misma semana en 2022. De esta manera, comenzaría a disminuir durante la semana.
Desde el 13 de abril predomina una tendencia ascendente. Desde entonces se observa un ascenso del orden de 1,06 metros dentro de la franja de aguas medias.
Los promedios semanales fueron de 3,59 metros en Corrientes y 3,54 metros en Barranqueras. Significa un acotado ascenso semanal en promedio de 0,36 metros.
En abril el promedio mensual en Corrientes sería de 3,95 metros. Resulta 0,25 metros superior al valor medio del período 1998-2022.
Además, resultaría 1,42 metros superior al promedio observado en el mismo mes en 2022. Se asigna una muy baja probabilidad de retornar a condiciones de bajante severa, como la observada durante 2022.
La tendencia climática actualizada, con horizonte de pronóstico al 30 de junio 2023, permite esperar una situación distante de la observada en los tres años anteriores. La evolución actual significa la definición de una normalidad estable.
