UNNE
Corroboran la eficacia de un método alternativo para estadificar la Leishmaniosis Visceral Canina

Con buenos resultados, investigadores de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE utilizan un método alternativo de estadificación del avance de la leishmaniosis visceral en caninos, que posibilita cubrir la dificultad de utilizar en la región de las técnicas cuantitativas que requieren de equipamiento, son de compleja implementación y altos costos.

En la atención de la Leishmaniosis Visceral Canina, uno de los mayores desafíos lo representa la estadificación de la enfermedad, es decir el grado de afectación y desorden de la funcionalidad orgánica del paciente.

Para la estadificación de la enfermedad se requiere contar con un método cuantitativo como ser la inmunofluorescencia indirecta o el enzimoinmunoensayo junto a otros parámetros.

Pero en la región nordeste de Argentina, esas técnicas registran una acotada implementación, debido a diversos factores como la necesidad de equipamientos, altos costos de reactivos e insumos, dificultad de ajustes de las técnicas y la necesidad de recurso humano especializado, entre otras cuestiones.

Frente a dicho escenario, desde la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) se consideró necesario encontrar métodos alternativos para lograr estadificar esta enfermedad de gran impacto en caninos.

En ese sentido, el Servicio de Diagnóstico de Leishmaniosis, del Hospital Escuela Veterinario de la Facultad de Ciencias Veterinarias, realizó un análisis de la implementación de un método alternativo de utilización de la carga parasitaria, síntomas clínicos y grado de enfermedad renal en la estadificación de Leishmaniosis Visceral Canina.

“La estadificación de la enfermedad utilizando la carga parasitaria como método cuantitativo sumado a la exploración clínica y el resultado de análisis bioquímicos de sangre y orina cumplen un rol fundamental a la hora de implementar el protocolo terapéutico indicado para cada estadio en particular, y también es necesaria en la valoración de la respuesta a las drogas utilizadas” destacan desde el Servicio.

Detalles

El método se basa por un lado en el relevamiento de la cantidad de macrófagos infectados por campos observados en muestras de médula ósea.

De esta manera se determinan “cargas parasitarias altas” donde en 10 campos observados se encuentran más de 1 macrófago infectado, “cargas parasitarias medias” donde en 10 campos observados se encuentra 1 macrófago infectado y “cargas parasitarias bajas” donde en 100 campos observados se encuentra 1 macrófago infectado.

Además, se tienen en cuenta los síntomas clínicos que en orden de frecuencia son lesiones cutáneas, linfadenomegalia, onicogriposis, pérdida de peso, anemia, anorexia, letargia, caquexia, intolerancia al ejercicio, epistaxis, esplenomegalia, atrofia de los músculos temporales, poliuria/polidipsia, vómitos o diarrea, lesiones oculares, cojera.

También se tiene en consideración el grado de enfermedad renal que se determina según indicaciones de la International Renal Interest Society.

Con esos parámetros, se define el “estadío 1” de enfermedad leve con síntomas clínicos, carga parasitaria baja, sin enfermedad renal, el “estadio 2” de enfermedad moderada con síntomas clínicos, carga parasitaria baja/media o media/alta, grado 1 o 2 de enfermedad renal y el “estadio 3” de enfermedad grave con síntomas clínicos, carga parasitaria media/alta, grado 3 o 4 de enfermedad renal.

Relevancia

“La información de la estadificación resulta clave para decidir los tratamientos a realizar, así como para evaluar la evolución de los animales tratados” destacó el Dr. Eduardo Llano, responsable del proyecto de investigación.

Recordó que el tratamiento de pacientes con Leishmaniosis Visceral Canina se realiza por medio de una combinación de medicamentos y pautas de cuidado del animal, decisión en la que conocer el estadio de la enfermedad es crucial.

Asimismo, la estadificación permite ir ajustando el tratamiento de acuerdo al cuadro de afectación del paciente, pues el tratamiento demanda como mínimo un periodo de seis meses e incluso puede llegar a ser necesario un tratamiento permanente.

Señaló que desde el Servicio de Diagnóstico de Leishmaniosis se está trabajando en pos de transferir la técnica a los profesionales de la región, y estiman que ello podrá contribuir a poder optimizar el tratamiento de los animales atendidos en el sector privado.

El proyecto de ajuste del método alternativo de estadificación de la Leishmaniosis Visceral Canina contó además con la participación de los investigadores Ricardo Maidana, Alejandro Báez, Walter Cabrera, José Cao, Oscar Amarilla y Andrea Benítez.

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