SECUELAS
Tras los incendios rurales y forestales, el déficit hídrico sigue afectando a los animales silvestres

Los incendios recientes movilizaron todo tipo de accionar en la provincia de Corrientes. El fuego fue el detonante de una situación crítica que pasaba y pasa, que es la extrema sequía que modificó sensiblemente el hábitat de muchas especies, ante la desaparición de numerosas fuentes de agua o la reducción de las mismas, así como la menor humedad del suelo.

Los animales muertos o lesionados por el fuego constituyeron una de las imágenes más dramáticas de los recientes incendios que afectaron a Corrientes. Sin embargo, especialistas de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) indicaron que sigue siendo crítica la situación de animales silvestres debido al déficit hídrico que redujo considerablemente las fuentes de agua en las que se alimentan, hidratan y viven muchas especies, produciendo ejemplares muertos, deshidratados, desnutridos y en mal estado.

A la par de la labor de bomberos de toda la provincia, y luego de todo el país, para sofocar los focos de fuego, también tuvieron una especial actuación los profesionales, veterinarios, biólogos y otros, en la atención de animales afectados por los incendios.

Pero en el caso de los animales silvestres, el fuego fue el detonante de una situación crítica que venía pasando y continúa pasando, que es la extrema sequía que modificó sensiblemente el hábitat de muchas especies, ante la desaparición de numerosas fuentes de agua o la reducción de las mismas, así como la menor humedad del suelo.

Yacarés muertos o desnutridos, zorritos deshidratados, un gavilán desorientado y famélico, carpinchos o ciervos de los pantanos agotados por no encontrar donde beber, son algunas de las imágenes no habituales que se observan en el actual escenario de sequía, que se mantiene a pesar de las intensas lluvias caídas semanas atrás que sirvieron para apagar los incendios, pero no para nutrir de humedad suficiente el suelo ni los cursos de agua.

En ese sentido, con los grandes y numerosos frentes de incendios controlados en la provincia, desde la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE, y en articulación con otras instituciones, siguen trabajando en el abordaje de la falta de agua y de ambientes óptimos para vivir que afecta a muchas especies de la fauna.

“Durante el tiempo de los grandes incendios, entre enero y febrero, atendimos muchos animales quemados, pero también muchos animales afectados por la falta de agua, lo que nos permitió dimensionar las consecuencias que se estaban generando en la fauna debido al déficit hídrico” explicó la médica veterinaria Mayra Luz López Ramos, docente de la Facultad de Ciencias Veterinarias y del Hospital Escuela Veterinario de esa unidad académica.

López Ramos es una de las integrantes del grupo de profesionales y estudiantes de la FCV-UNNE que en el marco de los incendios empezaron a recorrer distintos puntos de la provincia en búsqueda de animales afectados por el fuego, y que ahora siguen enfocados en la atención de animales en mal estado a causa de la sequía.

El grupo de voluntarios de la Facultad de Ciencias Veterinarias está integrado por docentes y estudiantes integrantes del Hospital Escuela Veterinario (de las áreas “Grandes Animales” y “Pequeños Animales”), del Centro Interactivo de Serpientes Venenosas de Argentina (“CISVA”, VET-UNNE), de la Cátedra de Farmacología y Toxicología, y del grupo Fauna Kuarahy (conformado en su mayoría por estudiantes de VET-UNNE).

Las actividades se realizan además de manera articulada con el Consejo Provincial de Médicos Veterinarios de Corrientes, la Red de Veterinarios en Catástrofes, el Centro de Conservación Aguará.

“Literalmente debemos dar de beber a muchos animales silvestres” dijo la profesional en relación a los casos atendidos en terreno, en paisajes totalmente secos, o transformados en charcos de barro.

También sufren la falta de agua los animales domésticos o de actividades productivas, aunque estos grupos tienen mayores posibilidades de atención por parte de sus propietarios u otras instituciones.

“Los incendios alteraron los ambientes naturales, por la destrucción de bosques nativos, lo que agudizó el cuadro de sequía que afecta a la región y que desde hace casi dos años viene produciendo una reducción en los cuerpos de agua” resaltó por su parte el Médico Veterinario Eduardo Saravia, docente del Hospital Escuela Veterinario.

Este cuadro de sequía genera imágenes impensadas para los ecosistemas locales, como la convivencia obligadas en un mismo lugar de yacarés, carpinchos, zorros, y hasta un lobito de río, en torno a lo que queda de un pequeño arroyo o laguna, pese a que muchos de ellos naturalmente son presas de otros.

La falta de agua no sólo causa deshidratación en los animales, rompe la cadena alimentaria al desaparecer por ejemplo algunos animales más chicos que son alimento principal de otras especies mayores como los mamíferos, explica Saravia.

Por el déficit hídrico, además es cada vez más frecuente observar en zonas de puentes o alcantarillas con remanentes de agua, a especies que no suelen ser tan comunes de ver como ciervos de los pantanos o zorros.

En muchos sitios lo que en realidad queda del agua es “barro chocolate”, barro y agua, en los que boquean algunos peces en busca de oxígeno, o donde los yacarés intentan cubrirse para lograr temperatura ambiental, muchas veces sin lograrlo.

En el caso de los yacarés, son hábiles cazadores estando en el agua o saliendo de la misma para capturar a su presa, pero en tierra firme son lentos, lo que le dificulta encontrar alimentos.

Frente a este escenario, cuando los ejemplares de animales silvestres que se encuentran están en muy mal estado, desde el grupo de la Facultad de Ciencias Veterinarias buscan la atención por parte del organismo competente, mientras que otros ejemplares no tan graves son atendidos en el lugar en el que se encuentran.

Casi todos los animales que se atienden en el lugar están deshidratados en forma extrema, y requieren fluidoterapia, con sales hidratantes, se les da alimento, abundante agua y analgésicos en caso de requerir, explicó el médico veterinario Saravia.

Si se observa que el lugar donde se encuentra no es el óptimo, se los intenta trasladar a sitios más adecuados, como lugares cercanos con mayor caudal de agua.

“Lamentablemente son numerosos los ejemplares de la fauna silvestre muertos por la sequía. En cada recorrida nos encontramos con esqueletos de diversas especies que muy probablemente hayan muerto por falta de agua” sostuvo la Dra. Pamela Teibler, docente de la Cátedra de Farmacología.

Detalló que los más afectados por esta falta de agua son los yacarés, que en gran número se encuentran con signos de mal estado y con poco movimiento que expresa la mala alimentación. También el grupo de las serpientes sufren por la falta de sitios en los que hidratarse.

En ese contexto, los voluntarios de la Facultad de Ciencias Veterinarias durante las acciones desplegadas, también consiguieron bombas para rellenar con agua los sitios secos donde se encontraban muchos animales silvestres.

Incluso se cargaba agua en bidones en camionetas y camiones para llevar a los sitios más secos, y hasta unos pobladores de San Cosme pusieron a disposición del grupo un tanque de 3 mil litros de capacidad para trasladar agua.

“Consideramos que con el fin de los grandes incendios no se acabó la grave situación de los animales silvestres. El déficit hídrico los sigue afectando y es una realidad que nos compromete a quienes trabajando o nos especializamos en ciencias relacionadas a la fauna y el ambiente” remarcó López Ramos.

Destacó el acompañamiento de la Facultad de Ciencias Veterinarias de las actividades que realizan, así como la articulación con el Consejo Provincial de Médicos Veterinarios de Corrientes, la Red de Veterinarios en Catástrofes, el Centro de Conservación Aguará.

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