No fueron pocos los vecinos de Paso de los Libres que en las últimas horas elevaron sus quejas debido al amarronado color del agua que sale de las canillas.
“Aguas marrones” dejó de ser solamente el título de un libro de Noe Coto, publicado en los ’90, para convertirse en una realidad que hoy debe sufrir el libreño por causas que se desconocen pues, a decir de los usuarios reclamantes, de parte de la empresa prestataria del servicio de “agua potable” no recibieron ninguna respuesta. Aún cuando las llamadas telefónicas fueron muchas e incesantes.
El agua corriente que fluye de los grifos no puede ser consumida por seres humanos debido al fuerte olor y desagradable sabor que tiene desde hace varios días. A lo que ahora se suma el color marrón.
Según testimonios, “la gente se rebusca para conseguir agua de perforación o termina comprando envasada, aún cuando paga religiosamente su factura por un servicio que tornó muy caro y demasiado ineficiente”.