A inicios de 2022, durante la emergencia por incendios en la provincia de Corrientes, una estudiante de Arquitectura de la UNNE se acercó a ofrecer ayuda a los Bomberos de Saladas y, como fruto de esa búsqueda de colaborar recientemente se graduó con la presentación de una propuesta arquitectónica de un nuevo cuartel para agrupación bomberil que funciona en un galpón construido en 1950 y que fuera destinado a un mercado.
“¿Cómo puedo ayudar?”, fue la pregunta que Antonela Molina realizó a integrantes del Cuartel de Bomberos Voluntarios de Saladas, en medio del dantesco escenario de incendios forestales que afectó gran parte de la provincia de Corrientes y la región en 2022.
La pregunta iba dirigida a ayudar con alimentos, agua mineral, medicamentos o quizás algún otro elemento necesario para el trabajo de los bomberos, sin saber que esa ayuda tomaría otro rumbo.
La historia tiene protagonista a la flamante arquitecta Antonela, quien días atrás se graduó en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) el trabajo final de carrera “Nuevo Cuartel de Bomberos”, una propuesta arquitectónica “pensada” para la agrupación de bomberos de esa localidad.
“Siempre dije que con mi tesis debía devolver a la sociedad un poco de todo lo que me brindó la educación pública, y en particular la Universidad, y creo que pude cumplir cabalmente ese objetivo”, sostuvo la autora del proyecto.
El trabajo final fue transferido para su utilización como material técnico a las autoridades de la agrupación, quienes lo utilizarán para la búsqueda de financiamiento y poder tener así el tan ansiado nuevo cuartel.
La propuesta además fue presentada ante la comunidad de Saladas en el marco del 48° aniversario de la fundación de los Bomberos Voluntarios de la ciudad, evento realizado el último sábado en el cual se resaltó que contar con este proyecto resulta clave para empezar a trabajar en la meta próxima de lograr la construcción.
Breve historia
Cuando Antonela, a inicios del 2022, expuso a los bomberos la propuesta de ayudar en lo que sea necesario, un amigo suyo que estaba allí comentó que ella estudiaba arquitectura y así desde el cuartel, pese a las distintas necesidades debido a la emergencia por los incendios, le plantearon que hace tiempo estaban trabajando en una iniciativa para la ampliación del cuartel.
Ante ello, la entonces estudiante del último año de Arquitectura les pidió que le manden todo el material técnico que tenían sobre el proyecto de ampliación, para ver en qué podía contribuir, y, entre lo recibido, estaba una emotiva carta que enviaron al Gobierno de Corrientes donde pedían la reconstrucción de las instalaciones del cuartel, sin lujos, sólo para poder tener más comodidades y lograr una mejor operación con las autobombas y en la preparación para las salidas de emergencia.
“Nuestra institución se caracteriza por ser una gran familia y como tal nos gustaría de sobremanera poder brindar a los que la componen, instalaciones modernas, seguras, confortables, pero sobre todas las cosas que el lugar sea funcional y operativo”, se indicaba en la carta.
Tras ello, Antonela pudo acceder a los planos, realizados de manera precaria entre los bomberos y con la ayuda de un maestro mayor de obra. También accedió a la respuesta del Gobierno de la imposibilidad de analizar el planteo si no se tenía una propuesta técnica.
Así empezó a gestar la idea de trabajar para su tesis de graduación en un proyecto para el cuartel de bomberos, deseo que tomó aún mayor fuerza cuando corroboró el deficiente estado edilicio del lugar en el que funciona la agrupación, pese al esfuerzo y los cuidados de los bomberos para mejorar las condiciones.
“Todo eso me motivó para ayudar a este grupo de personas que dan todo sin esperar nada a cambio”, recordó.
Urgencia de un nuevo edificio
El lugar donde funciona el cuartel de los bomberos de Saladas es un galpón, cuyo edificio original fue construido para el funcionamiento de un mercado de carnes, en la década de 1950.
En la etapa diagnóstica de su trabajo, pudo comprobar que las instalaciones tienen problemas estructurales, diversas patologías constructivas, aberturas en mal estado, y las ampliaciones existentes fueron realizadas por los mismos bomberos.
Pero además del mal estado constructivo, el edificio no es funcional y dificulta mucho las operaciones cotidianas que se realizan.
Casi la mitad de los vehículos de la agrupación no entran en el galpón y se complica la operación de los mismos por falta de espacio.
Tras la instancia de diagnóstico y relevamiento de información, la joven estudiante llegó a la conclusión de que “el actual edificio debía demolerse y se tenía que hacer uno completamente nuevo”.
Así se inició la instancia de diseño del nuevo edificio, con la premisa de hacerlo de manera participativa, con reuniones frecuentes en las que los bomberos y bomberas iban aportando aspectos relacionados a cuestiones operativas y funcionales que debería tener el nuevo cuartel, pero también la “identidad” que debía respetar la nueva infraestructura.
Con el aporte de integrantes de la agrupación, más la impronta y estética aportada por la joven estudiante, se llegó a un diseño óptimo que permitiría cumplir de la mejor manera las funciones cotidianas, y donde “el tiempo reloj” es algo fundamental.
Propuesta moderna y realizable
“Se llegó a un resultado que conserva el espíritu de galpón, pero modernizado, para que el edificio al ser visto pueda ser rápidamente identificado como un cuartel de bomberos”, explicó Antonela Molina en diálogo con UNNE Medios.
Agregó que el edificio propuesto parece ostentoso, pero sin la cristalería y doble piel de la fachada, es como un galpón común.
El edificio se pensó con la funcionalidad e identidad planteada por los bomberos, pero especialmente fue diseñado para que realmente se construya, es decir que no se trata de una propuesta inalcanzable desde lo presupuestario.
Para que la construcción del nuevo cuartel no afecte las operaciones que allí se realizan, se definió un proyecto en tres etapas, con el fin de que el cuartel esté operativo todo el tiempo de obra.
En una primera etapa se contempla la remodelación de un sector viejo del edificio, ubicado en la parte posterior del terreno.
Allí se generará un edificio de dos plantas, con cocina y comedor en la planta baja, y un gimnasio y depósito en la planta alta.
Como segunda etapa se plantea -en una parte vacía del predio- hacer un primer bloque de construcción, donde estarían los sanitarios, vestidores, y el lavadero de ropas (equipos de trabajo). Dentro del mismo sector, pero exento, también se plantea la ejecución de un taller / lavadero mecánico.
Estos dos primeros bloques constructivos coinciden con las operaciones más habituales de la agrupación, y con estas dos etapas constructivas se cubrirán todas las prestaciones del actual cuartel.
En tanto, como tercera etapa, se demolerá el edificio existente en la actualidad y se construiría el galpón que sería el bloque principal, con dos plantas.
La autora del anteproyecto reiteró que la intención es que, en caso de avanzarse con la construcción del nuevo cuartel, no quede sin funcionamiento el edificio actual y se pueda seguir trabajando con la mayor normalidad posible.
Relevancia
“Lo importante es que este anteproyecto sirva para que se pueda presentar el pedido del nuevo edificio a los entes que correspondan”, comentó en referencia al material técnico del anteproyecto compuesto por más de 40 planos, 160 hojas de tesis escrita y memoria técnica de 30 hojas.
Reseñó que los “Bomberos Voluntarios de Saladas” constituyen una de las agrupaciones con mayor área de actuación pues atiende las demandas de casi 8 localidades cercanas a la ciudad cabecera, y también, por su capacidad operativa, de manera frecuente colaboran en otros puntos de la provincia.
Sostuvo que el proyecto del nuevo edificio no es sólo un anhelo de quienes integran la agrupación, sino de la comunidad toda, y en ese sentido remarcó que sería muy reconfortante que el anteproyecto contribuya a que se pueda alcanzar ese objetivo tan buscado.
Reiteró su agradecimiento con el plantel de bomberos por la colaboración y compromiso en las distintas etapas del proyecto.