En lo que representa un estudio inédito para el Nordeste Argentino, un proyecto de investigación del Centro de Ecología Aplicada del Litoral (CONICET-UNNE) avanzará en el análisis de hojas fósiles como estrategia para profundizar la comprensión de los cambios climáticos-ambientales ocurridos en el NEA desde el Mioceno, hace 23 millones de años hasta la actualidad.
El Nordeste Argentino (NEA) es una de las regiones más biodiversas de la Argentina y de mayor importancia socio-ambiental de Sudamérica. La evidencia sugiere que los actuales patrones de biodiversidad de la flora del NEA serían la resultante, en parte, de la influencia ejercida por los cambios climático-ambientales, en particular los ocurridos durante el durante el Pleistoceno-Holoceno.
En tanto, la génesis del relieve actual del NEA se remonta al Neógeno, cuando se producen varias fracturas debido al plegamiento de los Andes y el posterior acomodamiento de los bloques, mientras que los sedimentos depositados posteriormente rellenaron y nivelaron este relieve durante el Cuaternario.
Gran parte del conocimiento sobre las formaciones geológicas del NEA se sustentan en estudios de sedimentos, pólen y leños, pero son prácticamente nulos en esta región los estudios apoyados en la fisionomía foliar, una metodología en auge que se centra en el estudio cuantitativo las características morfológicas de las hojas fósiles.
En ese sentido, en el marco de la convocatoria “Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica 2022” (PICT), en la categoría “Investigador Inicial (INVI)” se aprobó el plan de trabajo “Evolución climático-ambiental del NEA desde el Mioceno al presente, a través del estudio integral de las megafloras”.
La iniciativa seleccionada a nivel nacional propone estudiar la fisionomía foliar de improntas foliares procedentes de formaciones neógenas y cuaternarias, ubicadas en el Nordeste de Argentina, lo que aportaría nuevos datos y ayudaría a comprender mejor bajo qué condiciones se habrían desarrollado estas paleofloras y cómo habrían evolucionado a lo largo del tiempo.
Específicamente, se busca contribuir a la comprensión del efecto de los cambios climático-ambientales ocurridos en el NEA, desde el Mioceno al presente, a través del estudio integral de la paleovegetación proveniente de las Formaciones Paraná (Mioceno medio a superior), Ituzaingó (Plioceno-Pleistoceno) y la Fidelidad (Holoceno) que afloran en las provincias de Entre Ríos, Corrientes y Formosa.
La iniciativa será abordada por un equipo de investigadores, becarios y estudiantes de distintas instituciones de Corrientes, Salta y Entre Ríos y en la cual, el Dr. Juan Manuel Robledo, del Centro de Ecología Aplicada del Litoral (CECOAL, CONICET-UNNE), es el Investigador Responsable.
Relevancia del estudio
“Los estudios propuestos aquí, son en su gran mayoría, estudios inéditos en la región si se considera el periodo de tiempo que abarcan las distintas formaciones”, resaltó en diálogo con UNNE Medios, el doctor Robledo acompañado por la doctora Silvina Contreras, investigadora del CECOAL que integra el proyecto en el que además colabora la estudiante Camila Báez.
Destacaron que los análisis de fisionomía foliar en floras fósiles han demostrado ser bastante certeros en la obtención de valores de temperatura, precipitación y concentraciones de CO2 atmosférico, de allí la decisión de utilizar esta herramienta para profundizar el de la evolución climática ambiental del nordeste.
En ese aspecto, esperan que el estudio de fisionomía foliar aporte datos numéricos referentes a temperatura y precipitaciones que todavía están ausentes para estas formaciones y solo se tienen algunas inferencias a partir de los estudios sedimentológicos en la zona.
“Los registros de hojas fósiles en estas formaciones también son muy escasos, por ende, los nuevos hallazgos (todavía inéditos) aportarán valiosa información para realizar inferencias paleoclimáticas, integrándolas con las aportadas por los leños, el polen y la sedimentología”, mencionó el Dr. Robledo.
Importancia de los registros foliares
En los fundamentos del proyecto, se detalla que el estudio integral de las impresiones foliares tiene un gran potencial desde el punto de vista taxonómico/fisionómico; de sus interacciones con los insectos fitófagos; y de su relación con otras paleofloras de la misma edad, ubicadas en el norte de Argentina.
Un estudio reciente, apoyado en análisis foliar, se llevó a cabo en una paleoflora neógena del Noroeste de Argentina, y representó el primer estudio para esa región y el primero en establecer condiciones ambientales a través del aporte de valores numéricos de temperatura y precipitaciones.
En esa línea, se considera que el estudio integral de las paleofloras neógenas procedentes de la región del NEA, arrojarán resultados que, al compararse con las paleofloras del NOA, podrán establecer cambios climáticos ocurridos en el norte del territorio argentino.
“El estudio de las plantas fósiles y sus asociaciones con la entomofauna, en especial en hojas del Neógeno, proveen una ventana hacia el pasado, al momento justo donde los taxones de plantas e insectos modernos hacen su aparición por primera vez en el registro fósil”, destacó el investigador.
Mencionó que, en particular las formaciones Neógenas consideradas para este trabajo, se sitúan cronológicamente en un período crítico en el cual la expansión de la estepa estaba instalada en Argentina y la elevación de la cadena andina estaba produciendo cambios climáticos que acompañaron el proceso de aridización en la región.
En ese sentido, “se infiere por lo tanto que el registro fósil reflejará los cambios ocurridos entre el Mioceno y el Pleistoceno en la región del NEA”, concluyó el Dr. Robledo.